Por partida doble

BULLDOG regresaba a los escenarios capitalinos, para continuar mostrando su quinto disco de estudio “Todos los perros van al cielo”, con la particularidad de debutar en un local como La Trastienda. Y realizando nada menos que dos shows en un mismo día.

Perdón

Pasadas las 21:40hs, los chicos de BULLDOG iniciaron su segunda función, la cual se extendería a lo largo de 34 canciones en más de 120 minutos. Los rituales de todo show volvieron a verse en este concierto (se apagaron las luces; el público se fue para adelante y comenzó a alentar a su grupo; se corrió el telón). Después de ello, empezaron con su primera descarga, “El grito silencioso”. Su sonido no era el más satisfactorio en un principio, pero rápidamente fue solucionado (al quinto tema era el ideal).

MANTU (guitarra y voz) le agradeció a todos los chicos por pagar $15. Dijo que ellos no son los que ponen el precio de las entradas. Además agregó que hoy en día hay que acostumbrarse a esto, ó hay que esperar a que las cosas cambien. Siguieron con: “Nada especial”, “Más que diez” (uno de sus clásicos), ”Otra vez”, entre otros.

BULLDOG recuerda siempre al desaparecido RICKY ESPINOSA en cada uno de sus recitales (les dio una mano bárbara en sus comienzos). En esta oportunidad, tocaron en honor a él una canción de ellos mismos, que RICKY había versionado con FLEMITA. Estamos hablando de ”Falsa identidad”. Acerca de la reducida capacidad de los locales MANTU comentó resignado: ”Estamos más cómodos ahora, por lo menos”.

Mucho feeling

La química entre BULLDOG y sus fans es muy buena. Mucho tiene que ver MANTU con ello, ya que tiene una gran soltura para dirigirse y hablarles a sus seguidores. Pero la masa no se quedó atrás y participó constantemente, más allá de la arenga o no de su líder. También vale decir que fue una lista bastante variada, dejando contentos a todos. Sonaron por ejemplo: ”Argentina vencerá”, ”Circo calesita”, “Mil rayas”, “No te aguanto más”, etc…

En un momento, el MANTU dejó el escenario por unos segundos. Entonces la banda zapó una especie de funk, con WILLY (guitarra y voces) como comandante. Luego de ello mostraron una canción nuevita, (para que la vayan conociendo, según su frontman), llamada “Lluvia”. La verdad una gran canción, un rock/punk a medio tiempo con gancho. Al nivel de las mejores melodías del grupo.

Recién hacia el final del show se notó un poco cansada la voz del MANTU (hay que bancarse cantar más de cuatro horas!!!). Igualmente se pudo apreciar que algo agotados estaban los integrantes del grupo. El clima iba en ascenso cuando sonaban composiciones festivas como “Vamos a buscar”, “Fiel” y ”Cementerio punk”.

Certeras opiniones

La causa Cromañón sigue causando malestar en los músicos y en los espectadores. RATA (bajo y voces) dijo una frase muy cierta sobre el tema en cuestión: “Es el precio que estamos pagando por haber excedido nuestras limitaciones”. Después de una zapadita del RATA con su instrumento, uno de los grandes temas de la banda se hizo presente en la noche del domingo. Por ahí “Latidos”, poco tiene que ver con el concepto general de BULLDOG, pero definitivamente es una excelente y sentimental melodía.

Llegando a la recta final tocaron una canción que muy pocas veces hacen en vivo como es el cover de THE RAMONES ”Death is around”. Después de sonar el festejado ”Fatal destino” y ”Semillero”, segundo corte de “Todos los…”, MANTU hizo subir a un flaco del público para que cantara “Entre el cielo y el infierno” (tanto le había insistido ese pibe, que lo cansó). El chico cumplió con una decente participación y con una buena actitud, sobre todo. No así con su voz. Se fue súper contento (se le notaba en el rostro).

Tras algunas composiciones más dejaron las tablas, para luego si despedirse definitivamente a las 23:45hs con ”3º D”, ”Noche para festejar” y ”El ocaso”. MANTU les dio las gracias a todos por cuidar uno de los pocos lugares que hay para tocar.

BULLDOG ofreció dos grandes conciertos. Dejó de lado las canciones más colgadas, para centrar sus shows en sus temas más rockeros. De esta forma, nadie tuvo tiempo de distraerse. Los rosarinos nos tuvieron durante más de dos horas enganchados con sus canciones y con sus comentarios.