RESEÑAS
Popstars!

Imaginen un teatro lleno de sonrisas. Repleto de felicidades chiquitas. Mucho festivo espíritu adolescente. Desvergüenza, simpatía, belleza, insensatez, amores fervientes, tristezas infinitas, cierta rebeldía de entre casa y algunas pequeñas “inmoralidades”.
Imaginen también el karaoke más divertido de la ciudad, algo absurdo y ficticio sí, pero emocionante, sentido e inevitablemente energizante. Con MIRANDA! vuelve el efecto contagioso de las simples melodías con motor de synth, las letras con ciento por ciento sensibilidad pop y la sensación de que “vamos a cantar / bailar todas y cada una de las canciones”.
En vivo, el ritmo milimétricamente calculado y artificializado del grupo en los discos es reemplazado por una viva performance musical de acertado sostén electrónico que por contundente y explícita, no descuida detalles ni sutilezas. Completamente de rojo, brillantes de lentejuelas, bajo luces más rojas aún, más brillantes, salieron al escenario.
“Siento que estoy dependiendo de este sonido”
“Quiero”, “Tu gurú + Take on me (A-Ha)” y “El agente” fue un gran comienzo. “No puedo vivir sin la música / no podría enfrentar el dolor”, “Tu gurú” es una pequeña oda dedicada a la música pop, sus guías espirituales de sabias palabras en efímeros dos minutos y su poder de contención; dedicada a las canciones que reflejan luces que iluminan vacíos.
El primer invitado de la noche fue LEO GARCIA. Tocaron “Sin disfraz” de VIRUS. Un buen momento. ¿Casualidad? No creo, es de las mejores canciones de los platenses, del mejor VIRUS, el pop cuidadoso de letras filosas (“por un minuto abandono el frac / y me desnudo de lo espiritual / para amar”) no el “rockero” ni el de casamientos o cumples de 15.
Después siguieron con “Yo te diré” (una explosión de voces), “Agua” (un levitar de brazos extendidos suponiendo la simpatiquísima representación de la canción) y “Otra vez”, otra joyita con ansias y dimensiones de hit. Tocaron también “Navidad”, favorita para noches de tristeza pequeña, separaciones y urgencias de melodías y voces que alivien la desazón con dulzura.
“Don” es otra canción hermosa. Aquí subieron a escena PABLO y EDUARDO de ARBOL, acertados productores del último disco (”Sin restricciones” – ’04). Los arreglos de voces, esos coritos a mitad del tema, la guitarra puramente rítmica a los saltos, la programación simplísima y contagiosa, y ese falsete!… “una mañana te veré llegaaar!”, da placer de cantar.
ALE SERGI se consagra como un letrista lúcido y superpersonal. Funda su estilo oponiendo “corazones desequilibrados” y confusiones ante beats bailables y pegadizos. Las frases se enredan y desenredan en juegos de palabras, ironías y voces confesionales (“Siento que debo encontrarte y sin embargo paso el tiempo yéndome / hacia mí mismo, a mi centro, que jamás encontraré”).
“Es un solo, es la guitarra de LOLO!!!” fue el grito más fuerte, decidido y dulce de la noche.
Del primer disco rescataron “Ven” e infaltables como “Tu juego, “Imán”, “Bailarina” y “Romix” (alguno de estos con EZEQUIEL ARAUJO, ex E. O. Y., en una minúscula participación tocando algún sintetizador que casi ni se oyó, ni aportó nada, poca onda, es por eso que ni me acuerdo que tema tocó).
Para el final, JULIANA se lució en “Hoy”, con ALE como partenaire ideal. “El profe” era inevitable e incluyó la ya típica representación del pizarrón (colgado en la espalda de LOLO), la tiza gigante (en los brazos de JULIANA) y una especie de delantal / bata de tul y plumas en blanco para ALE. Todo terminó con “Uno los dos”, la balada que aún cuando acariciaba el clima más bajo de toda la noche, fue ideal para la despedida.
Es MIRANDA! Es pop encantado. Es mentira. Sí eso, MIRANDA! es mentira. Pero a diferencias de otras mentiras musicales, esta es una mentira blanca, un engaño sin restricciones y compartido, decidido a emular descaradamente y con estilo cada uno de los clichés del pop. De tan honesta entonces, la mentira se vuelve un engaño auto consciente y placentero. Un juego adorable.
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