RESEÑAS
Planeta Intoxicado

Se intoxicó una luna paralela a la que está en el cielo y hubo miles de testigos. En un plan perfectamente elaborado, unos seres que vienen a traernos luz a los humanos en forma de notas musicales salieron de la intoxisala para tomar por asalto el Luna Park y transportar a los allí presentes a un viaje por otra dimensión. Se podía observar a los predicadores en vivos colores sobre el escenario (diagramado en dos pisos) o en una versión blanco y negro que proyectaba la pantalla. Así, cada cual elegía el ángulo desde el cual mirar la realidad planteada por INTOXICADOS.
El paseo por un mundo lejano al terrícola comenzó con “Felicidad, depresión” y siguió tocando distintos puntos hasta llegar a “Una vela. Pero como para construir un presente/futuro hay que tener en cuenta el pasado, el grupo volvió a recordar las épocas de VIEJAS LOCAS con “Adrenalina”, “¿Qué vas a hacer tan sola hoy?” y “Lo artesanal”.
Más adelante, la banda venida a la Tierra en son de paz decidió trasmitir algunos de sus pensamientos más profundos con “Reggae para los amigos” y “Reggae para Mirta”. Entre estos temas, el líder espiritual PITY declaró: “Hay mucha gente por todos lados. Igual siempre me chupó un huevo la cantidad”. De todas formas, no es un dato menor que las entradas para recibir el mensaje intoxicado se hayan agotado varios días antes de la fecha de encuentro. “Nos vamos porque estamos podridos de que desafinen cuando cantan”, manifestó el guía con la total limadura que lo hace único.
Minutos después –y con algunas sillas sobre las tablas– continuó el recorrido, ya en un tono más íntimo, por “Mi inteligencia intrapersonal” y “Espero que la vida”. Pasaron más acordes y un amigo como DANIEL MELINGO decidió acompañar esta noble causa aportando aires milongueros con “Narigón” o improvisando una versión de “El viejo” del inolvidable PAPPO, entre otras cosas.
Otro amague con terminar la travesía derivó en que se retirara el set acústico. Pero el comunicado musical continuó con “Las cosas que no se tocan”. Al sonar “Quieren rock” quedó claro qué era lo que buscaban las almas congregadas en el lugar. “Intoxicado” se entremezcló con una zapada que dio lugar a “The KKK took my baby away”, de THE RAMONES. La última ida y regreso trajo el final del camino de enseñanza trascendental con canciones como “Niña de Tilcara” y “Fuego”.
Cuatro seres, junto a un convoy de cómplices intergalácticos, trazaron la ruta a seguir sin más armas que sus instrumentos y voces. PITY ALVAREZ se puso al mando con su garganta y guitarra, FELIPE BARROZO comandó la guitarra (aunque también se lució cantando), JORGE ROSSI apuntaló desde su bajo mientras que ABEL MAYER marcó el rumbo con la batería.
“Hagamos como que termina”, fueron algunas de las palabras finales. Así, lo que termina es el trance, como cuando un hipnotizador chasquea los dedos. ¿Y a dónde se fueron las horas? Porque según el tiempo terrestre pasaron 3. De todas formas, luego de la pérdida de conciencia espacio-temporal, la no querida vuelta al mundo real no va a ser en vano. Cada cuerpo inevitablemente quedó intoxicado de las profecías que se revelaron el sábado a la noche. Ahora, pasar otro día en el planeta Tierra va a tener un sentido diferente.
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