ENTREVISTAS

Plan 4: «Lo que nos propusimos, lo cumplimos»

Por  | 

Hablamos con el Kanario, voz de la banda, antes del show especial en el Teatro Flores, este sábado.

Javier Kanario Compiano es músico, periodista y fan. Hace unas semanas lo crucé entrevistando a Vinnie Paul, que después de la nota le firmó todos sus discos de Pantera. Ni bien nos encontramos nos ponemos a hablar de Monster Magnet, banda de la que tengo puesta una remera. Y a pesar de nunca antes haber cruzado palabra, la música nos acerca como si fuéramos conocidos de años.

La combinación de esas tres facetas del cantante es, en parte, el porqué del éxito de Plan 4: el músico que plasma su arte en disco, el periodista que puede aportar el ojo crítico, y el fan que sabe lo que quiere y cómo. En vísperas de entrar a grabar un nuevo trabajo, la banda se presenta en el Teatro Flores con una lista elegido por los fans. Una celebración de muchos años de trabajo que todo amante de la música sueña.

El sobrenombre Kanario supongo que viene desde chico…

No, ¿sabes qué no? Esta formación de Plan 4 fue casi una formación de Vrede. Cuando Gaby se va de Vrede, yo entro a cantar ahí. Cuando entro estaba Lechu tocando el bajo, que es el bajista de Plan 4. Yo venía de una banda que se llama Carnarium y él juega mucho con las palabras; empezó decirme Carnario y se fue transformando en Kanario. Y lo gracioso es que él se va de Vrede, entra César (que después estuvo en Raíz) y el apodo fue quedando. Así que Lechu me pone el apodo y se va de toque de Vrede, pero el apodo quedó.

Mirá, yo pensé que era porque por ahí cantabas desde chico…

A mí me gustaba cantar en el colegio, cantaba sobre los discos. El primer vinilo que tuve fue el de la película “Una chica el rojo vivo” de Stevie Wonder, que lo trajo mi viejo que se había ido de viaje porque era fotógrafo. Después en el secundario un amigo siempre me insistía con que tenía que cantar en una banda y en quinto año conozco a un flaco que se llama Leo Benedetti, que siempre tenía remeras de Metallica, botitas Trasher. Él tenía una banda que se llamaba Arsénica. Hablábamos en el recreo de los Ramones, Metallica. Yo escuchaba The Clash, la new wave. Esa banda se terminó transformando en Carnarium cuando empezamos a escuchar más death metal. Eso fue en el 92, más o menos, y desde ese año que estoy en esto y no tuve un año sabático.

Entonces vos caes en el metal un poco de casualidad. Porque me decís que escuchabas punk, new wave…

No, pero había salido el disco negro de Metallica en ese momento. Estaba “Enter Sandman” a full. Ese fue un poco el puntapié y estos locos estaban con Megadeth, Pantera. Le gustaba el punk también, escuchaban un poco de todo. Y después se empiezan a meter con el death metal, estaba muy fuerte Carcass, Death, Obituray, Morbid Angel, toda la movida de Florida y Estocolmo. Y ahí nace Carnarium y me pidieron que empiece a cantar gutural.

¿Tomaste clases de canto en ese momento?

No, mi vieja es fonoaudióloga y me dio unas pautas, pero fue todo a huevo. Hay gente que tiene cierta facilidad para algunas cosas. Yo sabía que tenía una facilidad para hacer algo: cantaba afinado. Pasa que yo soy barítono y cantaba las canciones una quinta abajo, una octava abajo, porque la mayoría de las canciones populares son de tenor. Pero cuando entré a Vrede ahí sí empecé a tomar clases porque cuando quise meter otro tipo de cosas me quedaba sin voz al toque, dos o tres temas. Y ahí fui a aprender, pero me acomodé de toque, en un mes ya lo dominaba. Y yo me termino yendo de Vrede porque quería hacer cosas más melódicas, no tanto gutural, con Phil Anselmo como referente. Una cosa pesada, pero con melodía. Después también estudié con Iván Sencion de Jerikó que me terminó de enseñar a respirar bien. Y en Plan 4 también como que volví a cambiar…

Claro, en Plan 4 la melodía vocal está muy presente.

Sí, “En mil pedazos” es más pesado, “Horizonte rojo sangre” es más melódico. Ahora estamos componiendo temas más thrasheros. “Horizonte…” fue un disco de transición, fue el primero sin Leandro. Ezequiel era otro guitarrista y muy distinto a Leandro; de acordes más abiertos que te invitan a cantar un poco más melódico. Yo siempre reacciono a los riffs.

Ese cambio hacia algo más pesado, ¿tiene que ver con que haya gente nueva en la banda?

Este va a ser el quinto disco de estudio y yo creo que si no te movés hacia ciertos lugares, nunca vas a saber qué es lo que te queda mejor. Es riesgoso a veces, pero tampoco es que nos fuimos a la mierda. “Horizonte…” es un disco más melódico porque tiene un cambio de afinación que no es tan agresivo. Eso invitó a que sea más melódico y yo creo que nuestro estilo está más cerca de lo que es “En mil pedazos”. Gonzalo (Espejo) dice algo bueno que es que en “Horizonte…” el nivel del audio y profesionalidad no se perdió. Entonces lo que queremos mantener en el próximo disco es eso.

Hablando de eso, ahora en el show de Flores la lista la elige el público. ¿Notaron que la gente tiraba para un lado o se vieron las cosas que no gustaban? ¿Te sorprendió la elección de las canciones?

No, ¿sabes qué no? Nosotros no es que cambiamos el set show a show tan radicalmente, pero en diferentes partes del año, sí. El de principios de año no es igual al que hacemos ahora, porque sino nos aburrimos. Yo soy el que más hincha con eso. Ahora estamos planeando para fin de año hacer dos shows con listas completamente distintas. Pehuén está en la banda desde 2014 y nos dimos cuenta que prácticamente ya tocó todos los temas de la banda, justamente porque tratamos de variar las listas. Hay algunas como “Entre la vida y la muerte” que está en todos los shows y es un momento fuerte y la gente no la eligió. Ese sí sorprendió. Es un lindo desafío; no nos da miedo.

En la lista hay canciones de Raíz. ¿Te molesta que a veces insistan con esa banda y la gente se quede con algo que pasó hace tanto?

No, para nada. Porque tampoco es que todos los días me piden temas de Raíz. Era una banda donde metíamos 400 personas como máximo. De hecho, va a haber una sorpresa con respecto a eso. Además, Plan 4 tiene mucho de Raíz, es una continuación. El nombre lo cambiamos porque no lo teníamos registrado y había una persona que nos estaba haciendo pasar un mal momento. La decisión fue cortar de cuajo y la verdad es que salió bien. El objetivo de Plan 4 era pasarla bien, divertirnos. Obviamente hubo cambio de integrantes, pero nadie se agarró a piñas con nadie. Con Leandro terminamos re amigos. El día que él fallece nos íbamos a juntar a comer. En ese sentido aprendimos de la experiencia de Raíz. Ya son trece años de Plan 4, cuatro discos, dos eps, dos dvd. Lo que nos propusimos lo cumplimos.

¿Te pegó la responsabilidad de llevar todo adelante cuando Plan 4 empezó a ser más grande?

No, lo que pasa es que en ciertos modos lo tenés en cuenta y en otros no. Nosotros no hicimos maniobras extrañas, de traer gente de varios lados para los shows, invitados. Yo quiero cortar entradas, sino no tiene fundamentos; es humo. Nosotros nunca agotamos un teatro; pero sí lo llenamos; siempre estamos arriba de los 800 tickets, que es un buen número. Y sí, a partir de eso no querés volver a un Roxy live por la mitad. Pero sí, la responsabilidad está en mantenerlo, en dar un buen show. A la gente le estás cobrando una entrada y si el show es una mierda… Yo creo que Plan 4 se mantiene porque da un buen show. Eso sí es una presión mantenerlo.

*Plan 4 se presenta el sábado 8 de Octubre en el Teatro Flores, Av Rivadavia 7806, C.A.B.A.

[sam id=»2″ codes=»true»]

azafatodegira.com

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión