Plaga de hits

“Plaga”, la sexta y última producción de los Cadena Perpetua bajo el comando artístico de Juanchi Baleirón, fue lanzada a fines de 2010, mientras festejaban su cumpleaños número 20. Sin embargo, aún no lo habían presentado en vivo puesto que, como explicó Hernán “Vala” Valente, querían “darle tiempo a la gente para que lo asimile mejor, teniendo en cuenta que es un disco muy distinto al resto”.

El espectáculo que regalaron en el Malvinas Argentinas el último sábado dejó en evidencia no solo que los fans se tomaron la consigna al pie de la letra, sino que el trío, que alguna vez fue soporte de los Ramones y la Polla Records, sigue sorprendiendo con sus creaciones. La brillante puesta en escena y la convocatoria de artistas invitados que formaron parte de la grabación del disco aportaron un plus a la magia punkrockera.

Cerca de las 21, Satan Dealers encendió los motores con su potente rock de guitarras con raíces punk y la voz única de su frontman, Adrián Outeda, ex No Demuestra Interés e icono de la escena hardcore nacional. Durante el receso los fanáticos exteriorizaron su ansiedad y se entretuvieron un buen rato coreando los cánticos característicos del rock de acá, mientras volaban globos, papelitos y cintas de cancha por encima de sus cabezas.

Los protagonistas de la noche se hicieron esperar un buen rato, y su sorprendente aparición generó un estallido en el Malvinas. La escena era de otro mundo:el Chino, solitario en el escenario sobre su batería, y por detrás una estructura descomunal de pantallas gigantes, en cuya parte superior asomaron Vala y Edu para arrancar el show. Como nunca antes, Cadena Perpetua utilizó el complemento visual y los juegos de luces de la escenografía para potenciar sus cualidades.

La primera parte la dedicaron exclusivamente a extender la “Plaga”, como bien había declarado el bajista Eduardo Graziadei. Respetando el orden del disco dieron inicio a la jornada con “Que no ladren”, tema inspirado en el libro “Patas Arriba” de Eduardo Galeano, que sobresale por el poder de las cuerdas.Siguieron con “Delincuentes” y “Qué mundo”.

Ya en tierra firme se multiplicaron las cabezas, pues se sumaron a la fiesta los músicos invitados que participaron en la grabación del disco. Entre ellos, Federico Pertusi (ex Romanticistas Shaolins), Gabriel Otero (Mal Momento), y Juanchi, que se calzó la viola acústica y el traje de punk rocker y se mimetizó con la circunstancia de “Dueño de tu mente”.

Luego de “Quema la idea” y “Calavera no chilla”, hicieron “In the Crowd”, cover de los británicos The Jam. Cuando llegó el primer hit de la noche, “Relaciones peligrosas”, dos jóvenes vestidos de blanco que simulaban estar completamente perdidos representaron con claridad la idea del primer corte de difusión, que trata acerca de las consecuencias del clonazepan y la exposición diaria de los adolescentes a los medios de comunicación.

La segunda parte del show, que contó con un extenso y variados repertorio de 27 temas, fue como una continuación del festejo por los 20 años, y sirvió para repasar los grandes momentos de la banda y darle el gusto a los viejos seguidores. Cuando sonó “Malas costumbres”, canción que da nombre a su cuatro disco, se produjo un desborde generalizado que anticipaba una larga noche. Es que los seguidores del trío son adolescentes en su mayoría, y tienen energía de sobra para seguir pogeando hasta el amanecer.

Entre otros viejos hits sobresalieron “Buscando salidas”, “No quiero flores” y “Vivirías”. Para recordar “Largas Noches”, álbum editado en 2000, hicieron “Como poder”, “Te quiero mal” y “Fiel soledad”.

El cierre expuso la confluencia de variadas emociones: alegría por la presentación del disco, agradecimiento a los colaboradores y devoción por los fanáticos. Al ritmo de “Sobrevivir” y “Dispara” saltaban, se colgaban de donde podían y no se querían ir.

La voz rasgada de Vala luego de más de dos horas de show y el acompañamiento del público contextualizaron un momento inolvidable. “Esto es muy fuerte”, afirmó el cantante, mientras se despedía emocionado ante el cariño recogido.