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Con frecuencia nos preguntamos porqué a ciertas bandas se les reprocha la repetición de una fórmula, mientras que a otras se les pide que nunca cambien. ¿Cuál es el parámetro para exigir cosas completamente opuestas? ¿Quién se atrevería a pedirle a AC/DC que cambie su sonido?

Justamente, Jet toma como mayor influencia a la banda de los hermanos Young, le agrega melodías beatles, y aires brit pop, sobre todo en baladas que recuerdan a otros hermanos, los Gallagher de Oasis.

Con ese esquema en su cabeza, Jet llega a su tercer disco en nueve años. “Get born” significó su aparición en 2003 pisando fuerte en la escena, mientras que “Shine on” (2006) fue la confirmación. Sin embargo, “Shaka rock” parece quedarse a mitad de camino, acaso alimentando la idea de que los terceros discos plantean una encrucijada en la cual resulta muy difícil igualar el nivel de los anteriores. Sino pregúntenle a Coldplay y a los Strokes, por poner algunos ejemplos.

El sonido de aceleración de un auto, sumado al redoblante que abre “K.I.A (killed in action)” nos da la pauta de qie se inicia una carrera de rock and roll. Temas cortos, riff y solos de guitarras en primer plano.

“She’s a genius” es el corte de difusión y busca alcanzar la genialidad de “Are you gonna be my girl?” (su mayor éxito hasta la fecha), pero se conforma simplemente con ser pegadizo. Sin embargo cumple su objetivo; allí estamos escuchando el tema marcando el ritmo con el pie, y tarareando el “Uoh, oh, oh” del estribillo. Lo mismo ocurre con “Black hearts (on fire)” o con “Start the show”.

La cuota habitual de baladas también se encuentra presente. “She holds a grudge” no llega a conmover como en casos anteriores, cosa que sí logran en “Let me out”. Solo se salen del libreto en “Beat on repeat”, que baila entre el funk y el disco, mientras que “La di da” los vuelve psicodelicamente pop sin dejar de lado las guitarras, y los acerca nuevamente al sonido de los Fab Four. De lo mejor del álbum.

La sensación que queda es que si bien la fórmula se repite, los australianos de Jet saben bien cómo ejecutarla. Quedará a criterio de cada uno reprochar la repetición, o rogar que nunca cambien.