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Perfume para los oídos

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Como una “burbuja en el tiempo” antes del nuevo disco, los ecos del show de Tandil aún siguen resonando y tras la huella de la misa más convocante, Solari edita “El perfume de la tempestad”.

Los gemidos de puercos con que abre el nuevo material quizás sean una indirecta para atar en cierta forma su nuevo disco al excelente predecesor, “Porco Rex”. “Todos a los botes!” inicia el viaje con guitarras filosas y solos memorables que seguramente también servirán de apertura para los cinco shows vaticinados para el año próximo (empezando en Salta, en el mes de marzo).

El clima sombrío mid-tempo de “No es Dios todo lo que reluce” recuerda a la brillante “El tesoro de los inocentes” y con esto no decimos que El Indio se esté repitiendo, sino que continúa una línea estilística que maneja a la perfección. “Torito es muerto”, candidata a corte de difusión y con destino de hit, lleva la impronta pop de “Flight 956”.

Las programaciones características de Bingo Fuel han quedado atrás en esta nueva placa, que al igual que “Porco Rex”, es un disco que se presta de forma inmejorable para el vivo, y seguramente hará lucir a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, más afianzados y ajustados que nunca.

La lírica gira en torno al (des) amor en “Chante Noire”, uno de los temas más destacados del disco. Mientras que en “Vino mariani”, otro punto alto, se lucen las trompetas. Quizás se extrañe el clásico riff ricotero, apenas esbozado en “Submarino soluble”, donde las guitarras se combinan en forma inmejorable y la letra atraviesa la metáfora del encierro, la soledad y del recorrido sin rumbo.

La revolución ya fue hecha, hace tiempo, cuando Solari derribaba sótanos y pequeños escenarios que luego se convertirían en el pogo más grande del mundo, y en la formación de un imaginario, no solo musical, sino social. La estética ricotera vive aún hoy, pero en lo musical el estallido fue hace años. Sin embargo, esto no le quita méritos artísticos a un músico que todavía tiene mucho para dar, y que con “El perfume de la tempestad” brinda otra prueba irrefutable de ello.

La eterna nostalgia sigue pidiendo que se vuelvan a juntar. La realidad muestra la reunión como una utopía. Mientras tanto Skay entrega “¿Dónde vas?” y El Indio hace lo propio con “El perfume de la tempestad”. Los optimistas verán que la calidad del arte se mantiene y la cantidad se duplica.

Redacción ElAcople.com

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