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Paul McCartney: Nuevos clásicos

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Influenciado por la felicidad de su  reciente matrimonio, Paul McCartney muestra en “New” uno de los mejores discos de su carrera.

“¿Todavía me necesitarás, todavía me alimentarás cuando tenga 64?”, entonaba Paul en medio de esa revolución musical en la que se convertiría Sargent Pepper. Mc Cartney ha pasado hace rato esa edad y lejos del viejito retirado que proyectaba en la canción, continúa saliendo de gira y deslumbrándonos con su talento inagotable que sigue emanando, ahora en “New”, su nuevo disco.

La energía de “Save us” abre el álbum; “Alligator” se mete en la psicodelia del Sargent Pepper recordando los teclados de “Being for the benefit of Mr. Kite”, mientras que “Early days” es un mid-tempo acústico que nos lleva de viaje por aquellos días de Liverpool. Destaca por la paz que transmite en líneas sinceras como la que reza “So many times I had to change the pain to laughter, just to keep from getting crazy”. El lado A no tiene desperdicio.

“New” es el adelanto que, desprevenidos, nos atrapó a todos. Sería un lugar común, y una redundancia decir que estamos ante una exquisita melodía beatle. Es que parece ser que más allá de las infinitas líneas musicales que los Fab Four dispararon, la canción beatle se erigió casi como un género, una etiqueta aparte, útil para describir, en este caso, una armonía deliciosa que nos agarra de la mano y nos lleva a recorrer la letra, entre un teclado vintage, y unos coros del mismo Paul que nos van a dejar tarareando un largo rato.

Hay una disparidad musical, no en calidad, sino en cambios de tono, que el propio McCartney reconocía en principio como una debilidad del disco, como si faltara una coherencia, un hilo conductor, para luego concluir en que muchos discos de los Beatles tenían esta particularidad. McCa pasa de la espiritualidad de “Hosanna” al groove bailable de “I can bet”. Así va construyendo uno de sus mejores discos solistas, lo cual no es poca cosa dada semejante carrera.

El cierre es con un tema oculto, que por su belleza debería remarcarse en la lista de temas. Prácticamente solo con el piano, Paul entrega una balada acerca del miedo a declarar el amor por otra persona. “Scared” es una pequeña joya intimista que, a pesar de estar apartada del disco, termina siendo de lo mejor de “New”, que contó en su mayor parte con la producción de Giles Martin, hijo del mítico productor de los Beatles, George. También colaboraron en las consolas Paul Epworth, Mark Ronson y Ethan Johns.

Si el mundo cabe en una canción, seguramente sea una de los Beatles. Pero sin anclarnos en las comparaciones ni en la nostalgia,  de 2000 a esta parte Sir Paul sigue presentando discos dignos de su mejor cosecha. Una de las líneas más bellas de “New” dice “You came along and made my life a song”, frase que define a la perfección lo que produjeron John, Paul, George y Ringo en todo el mundo, y lo que McCartney, a sus 71 años, y 50 después de la revolución, nos sigue generando.

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Redacción ElAcople.com

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