RESEÑAS

Parte de la historia

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Desde hace muchas temporadas la banda liderada por Ricardo Iorio transformó en una sana costumbre las despedidas oficiales de cada final de año. Para este cierre decidieron darle un marco diferente: Iorio tuvo la idea de llamar a tres bandas históricas del rock local, que lo influenciaron mucho, como son Dulces 16, El Reloj y Vox Dei, para que compartieran el escenario junto a ellos.

Música verdadera

Los Dulces 16 tuvieron su pico de popularidad en 1982 con su disco debut autotitulado. Sin embargo, el éxito no los acompañaría más. Después de algunas reuniones fugaces, en junio  de 2009 se juntaron nuevamente con su formación más reconocida, a excepción del fallecido bajista, Néstor Vetere.

Con Rudy Marcolongo y Gabriel Jolivet a la cabeza, ofrecieron un muy buen set de rock and roll, gracias a un sonido ajustado y a una necesidad imperiosa de mostrar su talento. Tocaron cinco canciones de su primer álbum, entre las que se destacaron Mientras la banda suena”, En la estación” y su clásico, “Para tocar rock & roll”.

La actual formación de El Reloj le ha dado una vitalidad y una frescura al grupo que dista mucho del desgaste que se imagina la gente cuando se les menciona que el próximo año estarán cumpliendo 40 años. Esta sensación de novedad fue la que circuló durante todo el show.

Pese a contar con un sonido más moderno, cercano al heavy-power, sus viejas glorias como “El viejo Serafín” y “Blues del atardecer” no pierden vigencia. Su cantante, “Vikingo” Martínez (lleva 11 años en la banda), es uno de los puntos fuertes juntos a los originales Osvaldo Zabala (guitarra) y Juan Espósito (batería). Cerraron con una poderosa versión de “Highway star”, de Deep Purple.

Vox Dei sorprendió a la masa con una actuación sólida y emotiva. Desde el primer acorde, dejaron en claro que están más fortalecidos que nunca tras el deceso de Rubén Basoalto. A su vez, el público le brindó un cerrado aplauso al músico desparecido en noviembre pasado. Al final se mostró un video con un instrumental donde mostraba su habilidad con la batería.

Temas como “Compulsión”, “Las guerras” y “El perverso cara dos” brillaron en la voz de Willy Quiroga. El talentoso guitarrista Carlos Gardellini, que integra la banda desde 1992, potencia aún más cada una de las canciones.

Un clásico local

Aunque los anteriores grupos habían aportado su público, el caudal mayor estaba esperando por la salida de Almafuerte. Entonces cuando los nombres de los músicos comenzaron a aparecer en pantalla, la masa tomó el control de la escena con sus cánticos y sus pogos.

“Buenas noches y feliz navidad”, dijo Iorio apenas subió al escenario. Solo con su presencia hipnotizó a todos los fanáticos. A partir de allí, la energía nunca decayó desde la inicial “Pensando en llegar”, pasando por “Patria al hombro”, “Convide rutero”, “Niño jefe” y demás.

Tras algunos cambios de bateristas (hoy “Bin” Valencia) y la incorporación de Beto Ceriotti (en bajo), la banda mantiene su formación estable desde 2002, lo que les da un sonido preciso y contundente, además de mayor experiencia. Esto se notó claramente el sábado, sobre todo cuando tocaron tres instrumentales al mando del “Tano” Marciello, con algunos momentos de improvisación.

Iorio estuvo más apagado que lo habitual, quizás las altas temperaturas lo hayan afectado. Con una frase dio a entender esta situación: “No todas las noches de los artistas son las mejores”.

En 2011 se cumplirán cinco años de su último disco de estudio, “Toro y pampa”. Por tal motivo, la banda necesita de un nuevo álbum para renovar su repertorio, y no cansar a sus seguidores. De igual modo, a los fieles esto poco les importa, ya que estarán presentes en cada nuevo show.

Por más que Almafuerte interpretó en varias oportunidades el potpurrí de clásicos de Hermética y V8, no es frecuente que lo haga. Entonces cuando se empezaron a escuchar “La revancha de América”, “Del camionero”, “Olvídalo y volverá por más”, de Hermética, o hacia el final, “Muy cansado estoy” y “Destrucción”, de V8, las voces tapaban a la del propio Ricardo. Una fiesta.

Después de la despedida con “A vos amigo”, Iorio llamó a todos los músicos que participaron en la fecha para saludar a los presentes.

Que una banda de la convocatoria de Almafuerte haya invitado a grupos legendarios del rock argentino es una idea muy saludable, ya que muchos de los jóvenes que los van a ver conocen poco y nada de la historia pasada.

Redacción ElAcople.com

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