RESEÑAS

Otra mirada

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Después de cuatro años, la banda de punk rosarina volvía a subirse al escenario del Teatro Flores. Para atraer al público más añejo decidieron armar la lista de temas con melodías que no suelen tocar en directo.

Era interesante saber cuál era la convocatoria del grupo hoy en día, tras festejar los 20 años en 2010 con el CD recopilatorio “Pogo, punk y sentimiento”, donde versionaban 20 clásicos de su historia pero con el sonido actual. De este modo, el recinto de Flores presentaba un marco aceptable de espectadores, aunque lejos de aquellos años de gloria. Probablemente porque muchos adolescentes de la época perdieron interés o al crecer dejaron el punk de lado.

Una vez que los Bulldog aparecieron en escena se los notó más relajados que en años anteriores, sin ataduras que los contengan. Ellos saben que ya no tienen que demostrarle nada a nadie, por eso disfrutan del show y de sus canciones. Quizás por esta cuestión se arriesgaron a hacer un show sin los clásicos eternos. “Yo te daré”, “Triste corazón”, “El mar está desierto”, “Mi lugar”, algunas de las que iban sonando al principio del set.

Los fanáticos más enfervorizados estaban con una gran carga emocional, en cambio el oyente menos comprometido se sentía algo defraudado por no escuchar los temas hiteros. Pero hay algo en lo que todos coincidían: la reacción conjunta con las melodías más antiguas como “Quinceañera”, “La estrella del bien y del mal”, “Cuál es tu ley” y “Yo no lo sé”, entre otras.

Si bien el punk es el género central de Bulldog, la banda mecha otros ritmos. Mantu se apasiona por riffs más pesados y acelerados, Rata se inclina por los sonidos más ‘fumones’ y Willy (guitarra y voces), por el formato canción más clásico. Durante el show todos tuvieron su espacio, Mantu con “1999”, Rata con “Vuelve” y Willy con “El mar está desierto”.

Hacia el final llegaron los momentos más calientes de la velada. Con “Solo el muerto”, “Semillero”y “2 de corazón”, la gente generaba pogos frenéticos que emocionaban a sus músicos, aunque nada comparable a “El ángel de la muerte”; esta fue la única canción de “Pogo, punk y sentimiento” que sonó y despertó una algarabía total en los presentes.

Las bandas que cuentan con más de 20 años de trayectoria necesitan de tanto en tanto darle una vuelta de tuerca a sus conciertos, para estimularse y no sentir fastidio con las canciones de siempre. Pero a sus fans no les agrada demasiado ya que ellos buscan en los shows la melodía eterna. Estos sets sirven para la salud del grupo.

Redacción ElAcople.com

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