RESEÑAS

Obras ratonas

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La escenografía, hecha de listones rojos con el ojo de los RATONES PARANOICOS en blanco y negro en el centro, en un estilo muy Say No More, que a su vez remite a la estética nazi, era realmente impresionante. A las 22 horas en punto se apagaron las luces y se escuchó un fragmento de La cabalgata de las Valkyrias de RICHARD WAGNER, que más allá de ser parte de la banda de sonido de “Apocalipsis Now”, también está asociado al nazismo. ¿Se viene el fascistone?

JUANSE arrancó el recital con un clásico para la tribuna, El rock del pedazo, que fue celebrado con el encendido de la primera de las muchas bengalas que se encenderían en la noche. Y, hablando de clásicos, ¿Los RATONES PARANOICOS no son ya una banda clásica del rock argentino, ajenos a los cambios del rock?

Tal vez esa sea la explicación por la que en un panorama donde lo moderno pasó a ser lo primitivo (el rock electrificado y sin vueltas de los WHITE STRIPES, THE STROKES, YEAH YEAH YEAHS y otros del mismo estilo), los Ratones agregan a su formación en vivo saxo, armónica y teclados. Y el tecladista invitado fue… ALEJANDRO LERNER. Con invitados así, es muy probable que terminen eternizados en el panteón de los héroes del rock nacional de La Mega.

Igualmente, al público parece no importarle el rumbo de los Ratones ya que sólo vienen a ver a su banda, la que los representa. JUANSE, tal vez parafraseando sin saber a CRISTIAN ALDANA de EL OTRO YO, aseguró: Rock and roll…¡Y lo demás es una mierda! Y los chicos siguen queriendo rock.

Sucia estrella, bendecida hace unos años por SPINETTA, el cover de Paint it black de los ROLLING STONES en castellano y Sucio gas, del inolvidable Los chicos quieren rock, excitaron aún más a la gente. Sin embargo, los picos de emoción los aportaron los invitados: ALEJANDRO LERNER se sumó a una versión extendida de La nave, el tema más sexy del rock-stone-argentino (es un género musical único en el mundo) y Enlace, con LERNER y FERNANDO RUIZ DIAZ de CATUPECU MACHU (fanático confeso del grupo) que, en su papel de agitador profesional, le hizo recuperar aquel viejo salvajismo a la banda.

Como de costumbre, también tocaron Ya morí -un precursor del chilarock– y Cowboy. También hubo espacio para un solo de batería de ROY que, canoso y siempre sonriente, es cada día más querible. Como CHARLIE WATTS.

Todo terminó cuando cerraron con Juana de arco, un gran éxito y una gran canción, con JUANSE por fin haciendo las cosas que siempre supo hacer: en cueros, explorando los límites del escenario, sacando pechito y moviendo las caderas hacia atrás. Como un líder algo especial.

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