RESEÑAS
Nosotros somos el ritmo

“SHOW: 20:30 horas, puntual”, amenazaban los carteles en las proximidades del local. Por suerte nos dieron a todos media hora más para elegir el mejor lugar, sacar el primer vasito de cerveza y armar el asunto con paciencia. Suena BOB de fondo, que es MARLEY, claro.
Las agujas marcan las 9 de la noche y entonces 8 grandes músicos suben al escenario de este Teatro para que sus grandes cortinados colorados se abran y empiece la fiesta.
Un temita instrumental para empezar a calentar los músculos abre la jornada. En eso, una larga cabellera rastafari da sus primeros pasos sobre el tablado y los aplausos se contagian de mano en mano. Es el (nunca mejor dicho) líder de NONPA, NÉSTOR RAMLJAK y su hermosa voz. Carisma, calidez, calidad son las primeras cosas que noto en él. Arranca “Cierran” y con él los primeros pasos de baile. “Último round”, “3 balas” y “Brilla”, de su primer disco, le siguen sin respiro.
“Que se sienta, que se escuche…”
…dice la lírica de “Tu presencia” y la gente parece tomárselo muy en serio: “Y dale, dale Nonpa” ya se convirtió en un clásico.
Pegadito suenan “Reggae en el Universo”, “Espejo” y una de las más cantadas de la noche: “Nuestras ideas”. Temas de lucha, de resistencia y revolución, de reflexión, de amor. Tocan “Mr. Muzik”, que bien me anticipa una chica a mi lado. “¡Qué lindo tema para chapar!”, dice, y en ese momento se sentía así, es cierto. Pero yo tenía que seguir trabajando. ¿Trabajando? Pienso. Si me pagaran por esto, el mundo sería muy injusto.
Siguen recorriendo temas de sus 3 discos de estudio y la monada se enloquece con el trío “Tu sonrisa”, “Danger man” y “En el río”. Aplausos para esta gran orquesta y un descanso para los oídos alegres.
Hagan correr la voz
Sí, que corra la voz de que NONPALIDECE suene de puta madre. Pido disculpas por el vocabulario desmedido. Es que, si los escucharan en vivo sabrían que no hay mejor manera para describir el sonido que tienen. Prolijo, innovador. Se escuchan uno y cada uno de los instrumentos. Y eso no es poca cosa. Dos guitarras, un bajo, teclados, percusión, batería y un par de vientos se combinan encajando como anillo al dedo. Más de 10 años de banda quedan perfectamente evidenciados.
Vuelven las luces tenues y el escenario se puebla de vida otra vez. Unos 12 temas completan la lista. Entre ellos, te deleitan con “X-plotion”, “La voz en tu cabeza”, “Nuevo Día, “Mi fortaleza” y el más que vigente, “¿Para dónde corres?, que dice: “más grande son/pero también caen mas fuerte”, y te da esa cuota de esperanza que por ahí ya habías perdido.
Ya son las 11 de la noche y suena “Libre al fin”. La fiesta ha llegado a su fin. Bueno, esa es una manera de ver las cosas. Podía también marcar el comienzo de un viernes inolvidable, porqué no.
Ya lo anticipé más arriba. Esta banda es ritmo, flujo de movimientos. Es que no hay manera de que no te mueves escuchándolos. No importa si la vida hizo que en algún momento tuvieras que perder tus dos piernas, como ese pibe en silla de ruedas; podes moverte con tu cabeza, con tus manos. Tampoco parece importarle a aquel chico, que lleva su bastón blanco en alto, no poder ver cómo, arriba del escenario, los músicos aplauden agradecidos al público. Eso se siente.
Reggae Roots: cadencia de sonidos que se te van metiendo por cada fibra de tu pelo, cada célula de tu piel, cada idea de tu mente, cada latido, que da fe de que estas vivo. Eso es energía pura. Eso es NONPALIDECE.
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