RESEÑAS
Nonpalidece mantiene el sueño

La noche del jueves 8 fue redondita por donde se la mire. En un lugar hermoso para ver un show se presentó NONPALIDECE, una banda de reggae que transmite un mensaje de revolución interior, y de ese interior al mundo, planteando compromisos a asumir y también sueños a concretar. Esperanzador y no, denuncia y hacerse cargo, amor y flores, shoot the sheriff y dread al control.
La banda es un relojito y respeta la raíz del género de punta a punta. Cada sonido está donde tiene que estar; los caños brillan, el teclado acompaña y la percusión juega a lo que le toque en cada tema, desde un protagonismo hundiendo cueros hasta pequeños sonidos, quizás imperceptibles para algunos, de triangulo y maracas, que hace a un todo armonioso que roza la perfección.
NESTOR, el altísimo cantante con dreads que llegan a las rodillas, es el último eslabón que comunica toda la energía de la banda con el público. Desde una cálida voz transmite un mensaje efectivo que llega a destino y genera un ambiente positivo que festeja ese instante de alegría, paz y conciencia.
El público es variado, pero predomina una elite que se ha acercado mucho al reggae en los últimos tiempos de crecimiento local y tantas visitas internacionales. Parece ser que el mensaje espiritual de esta música caló hondo también en barrios más exclusivos, más allá de la imagen estereotipada del hippie sucio y fumón.
Hoy son menos los clubes o galpones donde tocar, predominan los ambientes climatizados de fácil acceso y de barras bolicheras. Ciertas comodidades que son bienvenidas mientras se mantenga el ambiente cordial de un espectáculo de música, sin minar los espacios de patovicas, altos precios y prohibiciones dignas de un lugar opuesto como lo es una disco.
La noche le sirvió a la banda para presentar “Hagan correr la voz”, que sonó casi por completo y tuvo una excelente respuesta de la gente, que coreó los temas nuevos y dio un veredicto favorable cuando el cantante preguntó cómo lo habían recibido.
Los ya convertidos en clásicos como “Revolución”, “Nuestras ideas” o “Dread al control” fueron festejados por todos, pero el tema que acompaña el “dale dale dale nonpa”, que desde su belleza y romanticismo se ganó un lugar especial en las presentaciones de la banda es “La flor”, donde el lugar se elevó todavía un poquito más para cantarlo y bailarlo.
En una noche lluviosa de otoño, con un frío que congelaba, La Trastienda fue encantada por la magia de NONPALIDECE, que desde sus ideas y un reggae clásico ejecutado de manera precisa, brindó una velada caliente de sueños y verdades.
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