
DISCOS
Noel Mystery Tour
Como en toda separación, como en todo en divorcio, siempre una parte sale más perjudicada en la división de bienes y de cara a sus planes futuros. Liam sólo se quedó con su desfachatada voz y los conocidos dotes de frontman (apenas la fachada). Noel mantuvo lo más importante: la enorme capacidad compositiva (lírica y musical) que ya desplegaba en Oasis. Retuvo el alma de la banda.
Y dicha aptitud se plasmó en la grabación: tocó casi todos los instrumentos, realizó el arte de tapa, e incluso co-produjo el álbum. El trip lisérgico de “High Flying Birds” (el nombre surge de un tema de Jefferson Airplane) de Noel Gallagher se inicia con “Everybody’s on the run”; aferrarse al amor es el mensaje de la lírica, acompañado de un épico arreglo de cuerdas y la voz del hermano mayor que parece probar que ya no susurrará por detrás del bocón Liam. Está más al frente, más segura en sus afirmaciones.
Sin rozar el plagio como su hermano hiciera con “The Roller” y sus demasiadas referencias a “Instant Karma”, Noel continúa navegando el universo Beatle incluso con remisiones a Lennon en “Dream on” (“watching the wheels that go round and round”) pero siempre con una impronta propia y sin perder el timón en ningún momento.
En la espiritualidad del mensaje que transmitían en el “Live forever” del debutante “Definitely Maybe” (Oasis) se inscribe la balada “If I had a gun”. La pluma de Noel expresa un love forever con frases como “sos el único Dios que necesito”. Las letras también recorren la idea del escape de la alienación (“I’m watching my TV, or is it watching me?”) y de frenar el tiempo. Ese escape, o esa búsqueda, es a través del amor: “Let’s run away together”. Ambas frases pertenecen al ya conocido primer corte, “The death of you and me”.
Sin perder su propia huella, en “Record machine” se acerca más al sonido Oasis. Justamente, el tema formaba parte de los demos para lo que se convertiría en “Don’t believe the truth”. “Stop the clocks” es otro tema que quedara afuera del nombrado álbum.
Todo el disco parece envuelto en un tamiz psicodélico, veta que ya se venía acrecentando en los dos últimos discos de Oasis. Para acompañar el “viaje” ya se encuentran rotando dos video clips (el mencionado primer corte y “AKA… What a life!”) que parecen emular la idea de Gustavo Cerati y su “Fuerza natural”: un escenario de western, personajes misteriosos, y un hilo narrativo que se continúa a través de los temas.
Mientras promete regresar a la Argentina y recuerda como el público coreaba “Don’t look back in anger” en su última visita, Noel reflexiona sobre el momento actual de la música: “Se que la época de vender millones de discos ya pasó, ahora sólo espero que mis canciones duren para siempre”. Varias de sus composiciones ya cuentan con ese atributo; y viendo lo que demuestra en High Flying Birds no hay dudas de que lo conseguirá.
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