Noche de punk en Cemento

TERCER CIELO

Los cuatro integrantes de la banda de Flores abrieron el show con ”Oh nena”, tema de corte ramonero que insinuaba el estilo a seguir por el grupo. ”Más felíz que la mierda” encendió al todavía tibio público. En el mencionado cover de FLEMA, tres personas aterrizaron en las tablas y se esposaron al micrófono para emular al difunto RICKY ESPINOSA.

Pasaron ”Películas de horror”, el melódico y de coro pegadizo ”Puerto Montt”, “Una noche mágica”, “Tema del primo” y “El reloj, que mostraban el pulso del combo: parecido a un tren vacío que transita a toda velocidad por las vías.

La intro oscura de ”No quiero creer”, con los punteos viajeros de RAUL CHEROKEE (guitarra líder) dieron lugar a otro homenaje a FLEMA, ”Recordándote”, tema en el cual XAVIER (voz y guitarra) saltó al público para meterse en el pogo, mientras alguien del público trepaba al escenario para reemplazar al mencionado cantante.

SIN LEY

Después de colocar la escenografía -dos algas marinas de papel plateadas y gigantes- la banda, sin su cantante, arribó a las tablas para comenzar una especie de introducción cumbiera. El desconcertante comienzo fue interrumpido por la aparición de DUDU (voz), que vestido con un jean y una remera de mangas cortadas, cantó ”Mi amor”.

Los primeros temas de la extensa actuación -treinta y tres canciones- mostraban a una ajustada banda que hacía un punk al mejor estilo VIOLADORES. El momento que mostró el quiebre con esas formas fue ”Somos los payasos”, con melodías más clasheras, haciendo lucir al percusionista CHAPU y a las bases de bajo más movedizas y tan representativas del estilo CLASH.

”Hard vacation” ofrecía un costado inclinado al punk alemán, tipo DIE TOTEN HOSEN, mostrando la variedad rítmica del sexteto y rompiendo con los moldes a veces monótonos del género. Amagues de pasajes tranquilos que posteriormente mutaban al ska punk, como ”Demasiado tiempo”, hacían delirar a los asistentes, que ya por esos momentos ocupaban los tres cuartos del espacio del local porteño. La excitación subió a límites insospechados con ”A los chicos de mi barrio”, el más pedido por los fans.

“Chicos no se peleen, esto es una fiesta”. La frase salió del cantante, que ante una gresca detrás de las vallas, tuvo que cortar por unos minutos el show. Igualmente, esto no sirvió para opacar el espectáculo que dio por concluido con ”Toda la gente”.

Distintas variantes del estilo sirvieron para dar forma a un recital plagado de picos de adrenalina. Disímiles entre sí, las diferentes propuestas mostraron los lados por los cuales el punk local se encuentra transitando en estos momentos.