Noche de metal en Flores

Fue una noche realmente muy agitada. Los cuatro grupos pusieron mucha fuerza y energía sobre el escenario y demostraron estar a la altura de bandas consagradas.

Teniendo en cuenta lo mencionado arriba, Asbury debería tener en cuenta un detalle: las bandas invitadas deberían tocar en las mismas condiciones, sin excepción. Es un defecto de organización del lugar que la primer banda toque con la misma iluminación que el baño y la segunda, también banda invitada, con la iluminación que corresponde.

Este es un factor que repercute de manera negativa en la gente, ya que la misma no se entrega desde el comienzo al recital.

Adentrándonos a los recitales, la banda que abrió la noche fue SWEET PAIN (banda de Mercedes, provincia de Buenos Aires). Es una banda de Black Metal con una postura muy comprometida con su estilo de música y una propuesta muy interesante. Lo sorprendente, y sin duda destacable de la banda es SONIA, que toca tan bien y con la fuerza de cualquier baterista del género. SWEET PAIN es una buena alternativa para seguir.

En segundo lugar, aproximadamente a medianoche, sale JUMPER. En aquel entonces había mucho más público y empezaron los primeros pogos de la noche.

JUMPER tocó muy bien y recibió la aceptación de los presentes, que a esa hora estaban preparados para recibir a JESUS MARTYR, una banda hardcore – nü metal al mejor estilo KORN y SLIPKNOT.

La presencia de esta banda fue imponente y para ese entonces la gente ya estaba sumergida en un ambiente de energía metálica, aunque sólo fue una minoría comparada con toda la gente que había en el lugar. Esto sucedió con todas las bandas.

JESUS MARTYR es una banda muy recomendable para los seguidores del hardcore y el new metal.

Para cerrar la noche, 30 minutos después sale RITUAL, presentando temas de su nuevo disco, aún sin nombre y fecha definida. Los temas nuevos –Redes y Rompiendo Fronteras, entre otros- siguen la línea del trash metal influenciado por bandas como PANTERA y SEPULTURA.

La relación de los músicos con respecto al público fue muy directa. En muchas ocasiones la gente no logra despegarse de su lugar y son los mismos músicos quienes le piden que se suelten un poco. Los recitales se prestaban para algo más de movimiento y la postura de la mayoría fue ver y escuchar desde su lugar.

Para concluir con la nota, debo reconocer que RITUAL es una banda muy profesional e indudablemente mereció ser la banda protagonista de la noche en Asbury, como lo puede ser en cualquier otro lugar importante.
Sintetizando, muy buenas bandas las cuatro. Es una opinión y recomendación para no dudar en ver la próxima vez que tengan la oportunidad de verlas.