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Noche caliente en La Reina de Gesell

“Hace un rato pedí un cigarrillo de los buenos y me tiraron un Parliament… A ver si ahora no se equivocan…”. No hizo falta insistir: apenas el “cigarrillo” reclamado cayó plácido sobre el escenario, el guitarrista y voz líder de LOS RATONES PARANOICOS recogió el obsequio, pidió un aplauso para la gentil fan y, luego de mirar hacia el techo y arquear la espalda, dio dos profundas pitadas que reunieron casi tantos aplausos como el “Rock del Pedazo”, ejecutado un rato antes. La postal del héroe rockero -la figura de JUANSE recortada durante unos segundos bajo las luces amarillas y rojas del local- quedó, una vez más, inmortalizada.
El largo show que la banda brindó en “La Reina” de Villa Gesell el viernes último, empezó con el super rockero “No responde” -tema que abre su último disco ”Los Chicos Quieren Más”– y continuó con una seguidilla de canciones igualmente potentes y al frente: “Hechizado”, “Sola”, “Perrita”, el arengador “Hay que salir”, y los clásicos -y de culto- “Destruida Roll” y “Cowboy”.
Si no fuera por las banderas, el entusiasmo futbolero -el incansable “Vamos, vamos los rató”- y las zapatillas de lona, casi se podría decir que este primer segmento del recital paranoico se asemejó más al ritmo frenético un-dos-tres-go! de una banda punk que al swing stone de una banda rocanrolera.
Sin embargo, esa sería una lectura parcial: la dupla JUANSE-SARCOFAGO no deja de ser aún hoy una máquina de hacer riffs -tal vez la máxima del rock nacional, y en sintonía con los próceres CHUCK BERRY y KEITH RICHARDS- del mismo modo que la base rítmica ZORRITO-ROY no se olvida de abreviar en el rithym & blues era 60’s.
Lo que ocurre es que, a esa herencia, LOS RATONES PARONOICOS le suman una velocidad palo a palo y una actitud adusta -algunos gestos de JUANSE por momentos se asemejan, crease o no, al pistol SID VICIOUS en su época más mala onda- que retrotraen al grupo a los primeros y callejerísimos discos de los 80’s –”Los Chicos Quieren Rock” o ”Furtivos”– cuando ser rockero era ser under y de culto.
El segundo segmento del show fue un poco -apenas- más relajado: “El vampiro”, “Colocado”, “Rainbow” y “Ya morí” fueron acompañados por el despliegue de una inmensa bandera ratona que por unos segundos ocupó de pared a pared el ancho del lugar. El clima veraniego -toda la banda menos SARCOFAGO lucían modernas musculosas playeras- y la sala llena pero no colmada, contribuyeron a que a durante la última parte del show -ahora sí- el ritmo bajara y el cuarteto pudiera arremeter con algunos de sus covers favoritos.
”Ruta 66”, “Satisfaction” y “El tren de las 16” fueron matizados con algunos momentos de improvisación controlada: si JUANSE decidía iniciar un viaje guitarrístico junto a SARCO o el ZORRO, minutos después regresaba al lugar musical exacto de donde había partido.
“Una noche no hace mal” fue el bis cierre de la noche, y ya para ese momento, luego de más de una hora y media de show, La Reina -y Villa Gesell- había vivido su fecha más caliente de rock.
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