No tan natural

Los tucumanos tenemos la costumbre de organizar las semanas de los colegios y escuelas. Durante un año, el centro de estudiantes dedica tiempo extraescolar para recaudar dinero que será destinado a la realización de la tan esperada SEMANA. Son cinco días, algunas veces menos, en los que se llevan a cabo distintas actividades. En la noche del primer día se realiza la inauguración, q se basa en una performance de los alumnos, en la que dan la bienvenida a todos los que asistieron. Los días siguientes, pueden contar con desfiles, coreografías y recitales.

Es así como ARBOL llegó por cuarta vez a la provincia. El colegio San Patricio (que es la elite way tucumana) decidió que para su semana, la noche de rock contaría con la presencia de los de Haedo.

Mucha gente se sorprendió con la noticia y no creían que la banda estuviera el 5 de agosto tocando en la institución anteriormente mencionada. Pero era verdad, el show estaba programado desde hacía tiempo y muchos fuimos sin saber con que nos íbamos a encontrar, ya que en la puerta uno se topaba con 4 ó 5 madres cobrando la entrada y en el baño de mujeres, había 8 niñas de no más de 12 años que compartían un brillo labial y que trataban de acordarse de un tema mientras repetían: “dame la vida, dame la vida” y una de ellas insistía en que no era así.

Un ARBOL es un ARBOL en cualquier lado

Que suerte saber que los chicos de ARBOL son los mismos en cualquier lugar. Se vistieron con sus típicas bermudas, remeras y vestido de colores divertidos y salieron a enfrentarse con ese público tan mezclado, donde el chico de rastas saltaba al lado de la chica que tenía recién pasada la planchita de pelo.

Todo empezó con ”Enes”, y ¿bengalas?. Sí, un “erreway”, como los llamaba PABLITO, flameaba uno de esos dispositivos cancerígenos. Siguieron con ”La Vida”, y los agradecimientos por parte de EDUARDO y PABLO hacia la gente fueron dados como de costumbre.

Continuaron la fiesta y todos jugaron a ver quién llegaba más alto con ”La Nena Monstruo”, mientras PABLITO les decía: “Bailen, no sean boludos”. Con ”Dale Vida” continuó la magia que entregan estos cinco personajes que nunca dejan de animar a un público insaciable, aportando vida a cada uno de los seres que se desgargantan con el viaje por las Chapusongs. Muchos, por primera vez, observaron atónitos como esta banda ”De Arriba Y De Abajo” dio vueltas por el escenario, con sus números y letras, con sus códigos de ayer.

Zapateando se fue ”El Baile”, y los temas de GUAU! -su próximo disco- rotaron por la pista. Esta vez fue el turno de la “Chikanorexika”, que se voló con el viento. Con la clásica “A quién le gusta el ska?” llegó ”Ya se”, y jactándose de ser LOS NOCHEROS dedicaron ”Cáscara Máscara” al profe de música de los erreways.

Los vecinos molestos hicieron llegar sus quejas al lugar, y fue que, apelando a PUGLIESE, los ARBOL pidieron ”Suerte”. Y bien que les funcionó, porque la lista siguió a pleno.

Todos agachados saltaron desde el suelo ”Vomitando Flores” y para cerrar el bloque, hicieron la versión chapusónica de ”Ya Lo Sabemos”.

Desde Los Angeles llegó un GEORGE HARRISON rubio para interpretar ”Something”, y siguiendo con las baladas melancólicas, ”Rosita” se fundió con el aplauso popular.

Las quejas de los vecinos eran constantes por lo que con ”Cosacuosa” dieron por terminado el show. Una versión a las apuradas de ”Jijiji” fue la que bajó el telón. Un recital inusual sin bises, pero repleto de vida que, una vez más, llegó a la pequeña provincia.

Hace un par de semanas en elacople.com se publicaba una nota titulada: “Una Banda Necesaria”, haciendo referencia a LAS PELOTAS. Y ARBOL también es una de esas bandas. Es indispensable para el rock nacional. Todos aquellos que fueron alguna vez a un recital de ellos saben que es un grupo que se lleva el mundo por delante, que sabe lo que hace y que no engaña a nadie. Y no sólo ellos arriba disfrutan de lo que hacen, sino que también abajo las sonrisas vuelan por el lugar y se mezclan entre saltos y demás festejos.