RESEÑAS
Nace un amor

Con el corazón
Cuando aún no se habían cumplido las 20hs, el estadio de Obras quedó oscuras. Entonces el público, en buena cantidad, comenzó a corear el nombre de A.N.I.M.A.L. Su único miembro original, ANDRES GIMENEZ (voz y guitarra) saludó a la masa con un brazo extendido hacia arriba y haciendo cuernitos. La gente le dio la bienvenida de la misma forma. “Combativo”, “Revolución” y ”Sol” fueron las tres primeras descargas musicales de la noche.
Al inicio del set, el audio era algo indescifrable. En el clásico “Solo por ser indios” y en “Escrito con sangre”, la cosa mejoró, aunque nunca llegó a ser óptimo. Sin duda, lo técnico fue reemplazado por lo emocional. El gran manejo del escenario de GIMENEZ disimuló estos problemas.
El cierre llegó con tres canciones, que están entre las elegidas de su público. Primero sonó “Milagros” (gran pogo), luego “El nuevo camino del hombre” (la gente comenzó cantando sola) y por último “Cop killer”, de BODY COUNT, (“Vamos a hacer la ronda más power para demostrar lo que es el verdadero poder latino”, arengó ANDRES). Todos quedaron encendidos tras el tremendo final de A.N.I.M.A.L. Muchos aplausos en la despedida.
¡Cuanta energía!
El reloj marcaba exactamente 21hs, al momento de que la intro “Prelude 3.0” empezaba a sonar. Ya se imaginarán la explosión que se produjo en la gente. Luces de colores se movían de un lado a otro, aunque sólo iluminaba la bandera de fondo con la tapa de su tercer disco “Vol. 3: The Subliminal Verses”. Durante estos segundos todo se multiplicó, hasta el instante en que los músicos aparecieron en escena. Todos ellos fueron recibidos como verdaderos ídolos. La cara de alegría de muchos de los chicos era impresionante.
Con un sonido demoledor, pese a algunas deficiencias evidentes, los SLIPKNOT largaron su set de 80’ con “The blister exists”. De movida demostraron porqué se habla tan bien de ellos, en cuanto a la presencia que tienen en escena. A esta primera canción le pegaron dos seguidas “(Sic)” y ”Disasterpiece”. Su vocalista, COREY TAYLOR, manejaba a sus fans a gusto. Los hacía aplaudir, cantar y saltar. La masa aceptaba a full cada pedido y arenga de su cantante.
¡Qué descarga física!
En el primer descanso, el “Olé, olé, olé, SLIPKNOT…” no se hizo esperar. Después de ello, COREY saludó a los espectadores y preguntó en un par de oportunidades: ‘¿Quién esta loco, acá?’. Tras este comentario, una persona le regaló una remera del seleccionado argentino de fútbol. Entonces el público, al ver ello, comenzó a corear “Argentina…”. Las melódicas (estribillos con gancho), “Before I forget” y “Left behind”, continuaron con el concierto.
De las composiciones de su última placa, sin duda, la más festejada fue “Vermilion”. Ya desde el inicio de la misma, la gente la cantó. En esta canción, su DJ SID WILSON (el encargado de las intro, entre otras cosas), se arrojó y nadó por el público durante algunos segundos. Un asistente filmó todo el show, además de este particular momento. DJ SID, al no tener tanta participación en el grupo, aprovechaba para agitar a la masa y treparse por los andamios a los costados del escenario.
Antes de que “Pulse of the maggots” rompa cabezas, un sonido símil a una sirena de policía junto a unas luces rojas en movimiento, sirvieron de prólogo. Luego COREY volvió a dirigirse a sus fans. En este caso, comentó que en estos seis años de éxito (en realidad llevan diez como banda) siempre habían tenido ganas de venir por Sudamérica y que recién ahora habían tenido la oportunidad de hacerlo. Se los veía muy contentos por ello. Le engancharon “Eyeless” y “Everything ends”.
Tras estas dos melodías, la demoledora “The heretic anthem” y la coreada “Duality”, llegó una de las partes del show más logradas. Durante la composición “Spit it out”, su vocalista manejó la situación a su antojo. En una de las partes lentas, COREY hizo que el público se sentará en el piso (lo logró con una gran parte). Lo que pretendía y lo que finalmente consiguió, era que la gente explotara cuando la canción se transformará en violenta. Unos de los picos del set. Con un pogo descomunal a través de “People = shit”, SLIPKNOT se despidió de las tablas momentáneamente.
De la mano, de COREY
Con cambió de telón (el logo del grupo en rojo), regresaron rápidamente con “Get this”, para luego pegarle el clásico de SLIPKNOT, “Wait and bleed”, en donde la masa coreó el tema a capella.
En la canción de despedida, “Surfacing”, COREY apareció con la bandera de nuestro país. Se ganó todos los aplausos. Pasadas las 22:20hs, la melodía “Danger – Keep Away”, que sonaba de fondo, daba por sentado que el recital de SLIPKNOT había llegado a su fin.
En resumidas cuentas, pese a no venir con toda la parafernalia, SLIPKNOT brindó un espectáculo a la altura de las expectativas, que seguramente será difícil de olvidar.
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