Muertos a laburar

Hacia mediados de abril, el hip hop sorprendía al mundo resucitando a Tupac Shakur; entonces, en formato de holograma, el fallecido cantante surgía otra vez en vivo a hacer de las suyas, dándole una variante inesperada a la última edición del festival estadounidense Coachella.

La iniciativa no pasó desapercibida para el rock. Así, de hecho, lo confirmaron Jeff Jampol y Ed Ulbrich; el primero de ellos anunció que se está trabajando con las versiones en holograma de Jim Morrison y Jimi Hendrix; el segundo, por su parte, dijo que se está haciendo lo propio con Elvis Presley.

“Con suerte, Jim Morrison podrá caminar hacia vos, mirarte a los ojos, cantarte y luego darse media vuelta y retirarse”, anticipó Jampol, responsable de la imagen póstuma del cantante de The Doors y del orgullo de Seattle. Ulbrich, jefe del área creativa de Digital Domain, adelantó sobre lo que se hará con el Rey del Rock and Roll: “Esto no es una recomposición de viejas filmaciones ya vistas por todo el mundo. Estamos haciendo performances totalmente originales y exclusivas para que los fans puedan tener nuevas experiencias”.

Por nuestra parte, desde la redacción de El Acople, estamos dubitativos: no sabemos si agradecer tanta desinteresada preocupación por nosotros, los fanáticos del rock, para que podamos disfrutar incluso de los héroes perdidos; o si pedir, por favor, que dejen a Jimi, Elvis y Jim descansar en paz. ¿O acaso no se lo ganaron?