Mi mesita de luz

Publicitariamente, siempre que generamos el perfil de un potencial consumidor, consideramos los productos que consume y los objetos que utiliza. Es decir, siempre manejamos la premisa de que nuestros objetos hablan de nosotros.

Por eso, mientras prepara el show que dará con su banda el próximo viernes 28 de noviembre en Santana, Pety, cantante de Riddim, se refiere a su intimidad cuando señala que al lado de su cama encontramos “La Biblia, algunos libros de palabras de Haile Selassie, y elefantes de peluche de mi hija. En el cajón hay un reloj que no funciona”.

Interesante. Primer paso dado. Ya sabemos más de él. Ahora cabe preguntarse por la culpa o la vergüenza: ¿Siempre que nuestros objetos hablan de nosotros nos sentimos tranquilos? ¿Hay consumos que nos molesten? En el caso puntual de la música, ¿hay música que no queremos que nos represente, nos identifique ni hable de nosotros? ¿Existe el disco que te da pudor? “No, por suerte los tiré, los rompí o los regalé”.

Ya recorrido el costado privado de Pety, les dejamos el costado público en videos relacionados con “Como Elefantes”.