RESEÑAS
Me río como un loco

Mas allá del mapa que mandó Piti para llegar a su hogar sin complicaciones, estas existieron hasta poder encontrar una hermosa casa con parque y pileta, ubicada a metros de la Estación Caseros.
Entre invitados, prensa y amigos, empanadas y muchos tragos, se desarrolló una encantadora velada que tenía el gustito acogedor de estar en la propia casa del protagonista, que mostraba curiosidades como una foto que reunía a Los Piojos con los Rolling Stones pegada en la cocina, o poder apreciar su arsenal de discos, que iban desde toda la discografía de Sumo, Redondos y Stones, hasta clásicos del tango, música popular uruguaya y mucho reggae.
Como si fuese la espera de los novios, en el parque la gente armaba pequeños grupos de charla, se sucedían saludos y encuentros entre músicos, periodistas y comodines del ambiente del rock. Hablaban, hablaban y hablaban…
En el living estaba todo preparado para que se diera el primer show de La Franela, incluyendo una consola inmensa y unas importantes cajas de sonido, que marcaban que el anfitrión ponía todo al servicio de la que ahora es su banda oficial.
Es que La Franela nació hace un tiempo ya, cuando en Los Piojos hubo un parate debido a la operación que sufrió Andrés Ciro en las rodillas y los rumores hablaban de separación.
Fue ahí cuando Piti se juntó con distintos amigos sin levantar la perdiz para no agudizar los rumores de separación, y empezó a gestar esta nueva agrupación donde él canta y toca la guitarra.
Pero la voz no es su entera responsabilidad, sino que lo secundan en esta labor Fran Aguilar -el otro violero- y José de Diego. La banda se completa con Lucas Roca en el contrabajo, Diego Chaves en percusión, Diego Módica (de la banda Mil Hormigas) en la batería, y Chuky de Ipola, como tecladista invitado.
Con toda esta variedad instrumental y tanta voz, lo que sonó en la noche fueron nuevas composiciones a tono con esas canciones que Piti había hecho para Los Piojos, como “Entrando en tu ciudad” o “Bicho de ciudad”, que también tocaron; pinceladas de reggae urbano, canciones pegadizas muy vocales y guitarreras, un pasaje de “Desaparecido” de Las Pelotas, una versión reggae de “No me arrepiento de este amor”, de Gilda, más algo de Buena Vista Social Club.
Luego se sumarían a una zapada general el ex compañero piojoso Tavo Kupinski, Pablo Guerra –que curte look Big Lebowksy– , Omar Mollo y Fernando “Rifle” Pandolfi, todo siempre en clima de fiesta y diversión.
La velada había comenzado con una ironía de Piti luego de tocar “Lo que me mata”: “Iba a ir en el último de Los Piojos, pero había temas increíbles y quedó afuera… ¡Menos mal!”. También explicaría que la banda es su casa, que la fundó, que la quiere, pero que hoy quiere mirar para adelante. “Yo me separé de la madre de mis hijos y de Los Piojos el mismo día porque me di cuenta que la vida es una, y si no haces lo que querés, no te querés, y yo me quiero. Tengo ganas de hacer lo que quiero, y lo hago”, agregó muy convencido.
La Franela comenzará a grabar en febrero del 2009 y Piti tiene intenciones de editar el disco por el sello El Farolito, perteneciente a su ex banda. El 26 de noviembre estarán haciendo su primera presentación oficial en La Trastienda de San Telmo.
Dejó a la banda que más discos vende en el país para hacer su historia, y se lo ve muy feliz con sus nuevos compañeros. Más allá de que no se diga abiertamente, las diferencias entre el cantante y el guitarrista piojosos estaban marcadas, y Piti optó por dar vuelta la hoja y hacer sus planes. Es necesario que a veces sea así.
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