Mack Stevens y un viaje sin escalas a Texas

El jueves, en el Salón Pueyrredón, Mack Stevens tocó con sus In the groove boys y regaló un viaje directo y sin escalas al sur de Estados Unidos.

Alrededor de las 22:30 se abrieron las puertas del Salón Pueyrredón, donde poco a poco empezó a congregarse la gente. El público era de lo más variado: desde hipsters, rockeros pesados y rockabillys hasta la personificación de Pappo y Paul Stanley en una sola persona; increíble, pero cierto y divertido.

Con la musicalización de Selector Lucho como previa salió al escenario Claudio «Paya» Barrios; sólo con su guitarra y mucha actitud supo calentar los oídos de quienes ya estaban allí, hizo sonar clásicos y algunas de sus composiciones oriundas del Uruguay.

Ya cerca de la 1 y cuando nadie lo esperaba empezó a sonar desde el fondo del Salón un Mack Stevens que pisaba fuerte, con humor, aires sureños y mucho de argentino en la mirada. Al principio pareció raro que el plato fuerte de la noche fuese lanzado al escenario como segundo número, pero lejos de ser cuestionado, fue aplaudido. Todos se sumaron a este descontrol al mejor estilo Jerry Lee Lewis pero en manos y con el estilo de Stevens.

Entre tema y tema hacía una pausa, respiraba, bebía su Tía María y luego un tanto de miel. Tal vez más de uno se haya preguntado porqué: charlando con El Acople confirmó que padece un bronquitis fuerte pero que las enfermedades no son más que cosas que pasan cuando va a tocar, haciendo referencia a que no son situaciones circunstanciales que le puedan impedir dar un muy buen show. Situaciones y posiciones como esta hacen a los pequeños héroes de la música.

Luego llegó el turno de los Culebra & Thee Evolution Surf School con un sonido limpio, prolijo y muy atractivo, donde uno casi se podía sentir surfeando en las costas con el sol contra el agua y en la espalda. Una banda que supo de resignificar de manera contundente los sonidos de Dick Dale haciendo un instrumental digno de la noche de la que formaron parte. El evento lo cerraron los Barbosa Bros con un estilo especial y pesado, algo fuera de contexto, pero de muy buen nivel.

En resumidas cuentas fue una noche de loas al rockabilly, a los sonidos del pasado y una reivindicación de los géneros, demostrando que todavía se puede hacer buena música pasando por lugares conocidos.

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