RESEÑAS

Luces sensacional…

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El sábado 10 de junio, la entrada del Teatro ND Ateneo parecía el desfile de algún diseñador extravagante, innovador. Adentro esperaba un show con potencia, con actitud, pero que no llegaba a entenderse con el público, o que el público no llegó a entender. Un espectáculo que estuvo en manos de LOS LATIGOS, presentando su último disco “Hombre”.

El invitado: LUCAS MARTI. Un solista pop, acompañado de una banda interesante, pero que no demostró nada muy nuevo. Algunos tonos desafinados, tal vez por los nervios que el cantante parecía tener, mostraban que todavía les falta.

La puesta en escena de LOS LATIGOS se merece un gran aplauso. No sólo por los tubos fluorescentes que iluminaban el escenario cual si fuera un ring de boxeo, sino también por la actitud y la coordinación de los distintos miembros de la banda.

El baile de MARCELO ZEOLI (el encargado de la voz y de algunos acordes) en “Relatividad”, mostró porqué una parte del público pareció despertar con ese tema, que pidieron y cantaron con euforia.

Con algunas canciones de “Pose”, claramente influidas por el ritmo ochentoso del estilo de SODA STEREO, se pudo establecer el parecido innegable con VIRUS. En honor a esa similitud, hicieron ”Wadoo-Wadoo”, un poco en serio y un poco en broma, aparentemente. Porque ellos tienen su estilo propio.

En las melodías de “Hombre”, como las ahora conocidas “Luces Sensacional” o “¿Cuál es tu Rock?”, se notó un movimiento más cercano al rock y al tecno, así como en el nuevo tema “Esperás”, con sonidos más naturales y menos sintetizados. Una mezcla que deleita al oído del que escucha, aunque al principio parecer ser un tanto monótona en las distintas piezas.

La falla: el público. Mucho glamour pero poca adrenalina, poco movimiento. Para rescatar, el aguante de un solo muchacho, que estuvo durante todo el recital parado, bailando y cantando cada palabra que decía SU banda. Y recalco el posesivo SU, porque el resto del público parecía que había ido a ver la banda de moda, la banda de vanguardia, pero no la suya, no la que tiene temas que lo mueven, en todos los sentidos de la palabra.

Y el público dice mucho de una banda, pero acá parece no haber dicho nada. LOS LATIGOS dieron un espectáculo que valió la pena ver, junto con un recital que valió la pena escuchar. El público pareció no entender que las dos cosas iban juntas, y que el pop es más que una forma de vestir.

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