RESEÑAS

Los Hombrecitos que zumban vinieron por más

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Para la música no existen los feriados. Para disfrutar de un buen rato de rock and roll, tampoco. El jueves 8, el predio de Colegiales puso la firma. Después de algún retraso según la hora anunciada, a las 22 en punto se abría el telón. Los chicos ZUMBADORES empezaban a pintar la noche con sus canciones.

Ahí nomás se largaron con una invitante seguidilla: “Ciega marcha de los sentidos” y “Boomerang”. “Buenas noches”, saludaba ALEJANDRO “COCO” FASSI, cada vez más firme y seguro en su rol de frontman. A esa altura, recién empezando, la noche paredes adentro se había olvidado del frío.

Los estaban esperando, se notaba. Los “de abajo”, hay que decirlo, no eran ninguna multitud espeluznante. Pero lo que dejaron ver en todo momento confirmó esa frase hecha, gran verdad a veces, de que “la cantidad no hace la calidad”. Démosles tiempo, un poco más de tiempo, porque él no se equivoca.

La lista paseó por sus discos anteriores: “Frutilla y Almeja”, y los independientes “Zumbadores” y “En vivo Teatro Arlequines”. Así, algunos otros temas que sonaron fueron “Diablita mestiza”, “Fuego de artificio”, “Roedor de mi corazón” y “Club de la peor especie”.

También hubo temas nuevos, como “Santuario” y la genial “Psicodealer”, de su nuevo trabajo al que llamaron “Hijo de la barbarie”, y que “seguramente se estará presentando en marzo o abril del año que viene”, como aprovechó para anunciar COCO.

“En un principio, esta iba a ser la presentación del disco, pero por cuestiones que tienen que ver con la demora en su salida, terminamos tocando a modo de despedida del año”, diría también, ya abajo del escenario y fuera de luces y micrófonos.

Un buen año, aunque los tuvo bastante escondidos, dedicados a los adentros que implica un nuevo disco, que recién está conociendo las estanterías y las calles.

Un corte, “cinco minutos” y un “volvemos”

Después del enérgico fin de primer bloque con “Bebamos”, “Cacería festiva” fue la que reconectó música y humanidades presentes. Y ahí llegó el climax de la noche, cuando empezó a sonar el clásico cover de los españoles SINIESTRO TOTAL que suelen zumbar en sus presentaciones: “Bailaré sobre tu tumba”.

En ese regreso no faltaron “Viejos naipes”, “Rock para titanes”, “Jugando a tu favor” y “La chica de la luna”. Y ese final casi glorioso con una nueva y (por ahora) última explosión: aquel tema de LA POLLA RECORDS que tan bien hacen sonar: “Ciervos, corzos y gacelas”.

COCO FASSI al frente, SEBASTIAN EL NEGRO GIBELLI en guitarra y coros, SEBASTIAN BUSTO en bajo, ROBERTO PAPUN NICASTRO en batería, PABLO LA FURIA REMPEL en guitarra y RICKY LESTANGUET en trompeta, se lucieron y mostraron que pisan cada vez más fuerte. “¡Chau loco! ¡Felices Fiestas”, se despedía FASSI (siempre escudado tras sus infaltables anteojos negros). Ahí nomás y sin dar respiro, a las 23:10, las luces de escena se apagaron, las del lugar se encendieron y una música de fondo invitaba a la retirada.

Excelente rock & roll. Sin caer en las aburridas (y muchas veces maliciosas) comparaciones, esta banda hace de su música una armonía para los sentidos. Sus canciones dicen cosas, invitan al baile y suenan impecables. Como dije antes, démosles más tiempo. Zumban, pero no murmuran. Ellos son… los Hombres ZUMBADORES… por naturaleza.

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