RESEÑAS

LOS GATOS, pero SALVAJES

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Cuánta panza, cuántas canas, ¡cuánta pelada! Y sin embargo (¿o justamente por eso?) pocos revivals tan dignos como el que concretaron LOS GATOS SALVAJES el último fin de semana en el ND/ Ateneo. Después de experiencias agrias como el rancio retorno de SUI GENERIS a fines del 2000 o la recaída crónica de VOX DEI cada cinco o seis años, la reaparición de los cinco salvajes de Rosario no defraudó ni un poco a los que, con cierta ilusión, reservaron la medianoche del viernes o el sábado sólo para ir a verlos.

Ahí estuvo el golpe preciso del batero JOSE “TITO” ADJAIYE, y el acompañamiento relajado del bajista GUILLERMO ROMERO. Ahí los punteos merseybeat (sonido pre-beatle que fusionaba el rock n’ roll, el skiffle y el rythim & blues) de JUAN CARLOS “CHANGO” PUEBLAS y las armonías proto psicodélicas del tecladista CIRO FOGLIATTA. Y claro, ahí también la voz intacta de LITTO NEBBIA, que volvió a enamorar como antes y que empujó a batir palmas y a mover la patita hasta al más escéptico de los presentes.

Un show que fue una fiesta para los sub-50 que colmaron el Ateneo (¡eso es aguante, señores!), pero también para la comunidad brit del Salón Pueyrredón o del difunto Farfalá (¿se acuerdan qué cool?). Mucha patilla THE WHO, mucho oxford THE KINKS para probar que la reivindicación de LOS SHAKERS o LOS GATOS que hacían JUANA LA LOCA y AVANT PRESS en los ’90, finalmente había hecho mella.

Contra el caretaje oficial

“Tengo que leer algunas letras porque hace cuarenta años que no las leo”, se disculpó LITTO en la balada “Me tienes que besar”, un poco en broma, un poco en serio, al inicio del show. Las risas generalizadas después de cada intervención cáustica de NEBBIA casi siempre daban pie a alguna historia de referida al contexto de la época, a cómo era que había surgido ese grupo de cinco limados de Rosario adoradores del merseybeat y de las melodías inocentes de los HOLLIES entre tanto caretaje oficial del CLUB DEL CLAN (algo así como los REBELDE WAY de aquella época, aunque con algo más de onda) y tanto calabozo por portación de pelo largo (ONGANIA).

Después de “Me tienes que besar” y “Eres mala” LITTO relató la famosa historia: su ingreso a la banda a la edad de 15 años, y su genial propuesta (¡revolución!) de cantar y componer en castellano. “Eran todos temas que decían ‘amor’ cada dos palabras, ¡pero yo estaba convencido de que eran de protesta!” (más risas generalizadas).

Un hallazgo fueron varios temas inéditos que el guitarrista CHANGO recuperó de unas cintas olvidadas de la época (una zapada en la pensión, un show oscuro en un perdido club de barrio). Así, y por primera vez en forma oficial, se pudo escuchar la melódica “Marianne” y la sensible “Por qué mi amor”, con LITTO sólo en el teclado y entonando sus mejores notas. El momento indicado para que subiera EL FAN.

Hasta la devoción sin medida

“Para mí es un orgullo poder cantar junto LITTO, ejemplo de talento, compromiso, timidez…”, enumeraba ANDRES CALAMARO, pura emoción en la voz, después de haber subido a cantar. Cualquiera que haya escuchado “Con Abuelo” (de “Honestidad Brutal”) sabe que cuando EL SALMON admira a alguien, lo admira en serio. Hasta el afecto militante, hasta la devoción sin medida. En su selecto grupo de admirados, ANDRES probablemente sólo incluya a tres artistas del rock local: al citado MIGUEL ABUELO, al siempre presente PAPPO (compañero de andanzas durante “El Salmón”) y, claro, al pionero y creador pop, LITTO NEBBIA.

Junta a él, y casi a capella (apenas el acompañamiento de un tenue teclado) cantó la hermosa “Sólo se trata de vivir” (“Dicen que viajando se fortalece el corazón/ pues andar nuevos caminos te hacen olvidar el anterior…”) y la no menos bella “Nueva zamba para mi tierra” (“Pregunten en dónde quiero sufrir/ o en que zona quiero amar/ o en qué lugar voy a morir/ pues en mi tierra…”), dos de las canciones más sensibles de NEBBIA solista.

Después del “momento” de la noche (y con los cinco integrantes de nuevo sobre el escenario) vino una seguidilla de los pequeños hits de la banda: la pegadiza “En tu corazón”, la arengadora “La Respuesta” y la simpática “Tan sólo un Perdedor” para demostrar que, también en los ’60, los losers se la veían bastante difícil.

Hacia el final del show, la banda sumó también varios de los standards que solían tocar en los shows de aquel momento como carta de presentación. “Bajo La Rambla”, clásico cover que hacían los ROLLING STONES y que NEBBIA pasó al castellano con una letra mucho más melancólica, fue uno de los más cantados. También desfilaron versiones de los HOLLIES, los ANIMALS y hasta de los GERRY & THE PEACEMAKERS, todas glorias de la movida merseybeat.

Los fans (y el propio LITTO, siempre tan celoso de estos asuntos) pueden quedarse tranquilos: LOS GATOS SALVAJES no sólo estuvieron a la altura de su mito sino que además demostraron por qué, a cuarenta años, su huella aún pervive en el maravilloso mundo de las canciones sixtiepop.

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