RESEÑAS
Los chicos y las muñecas

El primer plato fuerte de la noche vino de la mano de The Boys. A base de melodías simples y pegadizas, el quinteto inglés instantáneamente se metió al público en el bolsillo. Con la arenga constante por parte de Duncan Reid (bajo y voz), junto a Matt Dangerfield en guitarra y voces, Casino Steel en teclados y voces, Honest John Plain en guitarra y voces y Jack Black en batería, a lo largo de una hora de show supieron ejecutar todas aquellas canciones que dieron vueltas en el walkman de más de uno de los que estuvieron ahí.
Canciones como “First time”, “Weekend”, “Terminal love”, “Living in the city” y “TCP”, entre otras tantas, recrearon un gran momento para todos los amantes del punk inglés de la primera oleada. Con un show cargado de adrenalina, en donde nadie se quedó quieto, el debut en nuestras tierras de “los pibes” (aunque de pibes ya no les quede nada), dejó satisfechos a todos los que los esperaron por años.
Y lo más loco es que después de ver a los ya viejosThe Boys, siguen los aún más viejos New York Dolls. La suma de edades de todos los integrantes dan mas años de los que tiene la mismísima avenida Rivadavia. Pero el rock and roll no tiene edad, y no morirá jamás, diría el viejo Neil, alguien que sabe y mucho.
La banda liderada por Sylvain Sylvain y David Johansen (únicos miembros originales) ya había visitado el país el año anterior para presentar en ese entonces su reciente disco. Ahora están por sacar otro. Los viejos no pierden el tiempo. Solo por si pensabas que venían a robar. De hecho, son pocas las bandas que después de una separación sacan material tan bueno o mejor que el de sus años de gloria. New Order y Echo & The Bunnymen me vienen a la cabeza como casos excepcionales. Los New York Dolls tambien. El disco anterior, “One Day It Will Please Us to Remember Even This”, es tan bueno como los primeros discos de la banda. Y el inminente “Cause I Sez So” seguramente también lo será. Y lo de los Dolls tiene aún más merito porque volvieron después de tomarse un descanso de ¡28 años!.
Pero vamos al show; nada más y nada menos que una demostración de rock and roll en tu cara. Y para todos los gustos. Hay chicos que poguean, hay un par de desaforados, gente que muestra sus dotes de bailarín, y chicas que se pavonean al ritmo de la música.
David Johansen es muy parecido a Mick Jagger, aunque tiene más rock, más droga y pareciera que se podría caer muerto ahí mismo. Pero al mismo tiempo está mejor que todos los presentes. La música te mantiene joven, dicen.
Hay momentos festivos con “Looking for a kiss” y “Stranded in the jungle”, homenajes a Johnny Thunders (fallecido guitarrista y fundador de la banda) con “You can’t put your armas around a memory”, y momentos de batalla campal con “Trash” y “Jet boy”. Vieja escuela de verdad.
Para terminar como se debe, la banda elige la genial “Pills”, y “Personality Crisis”, no solo un himno generacional, sino una declaración de principios.
Las dos bandas de veteranos pasaron por Buenos Aires para demostrar cómo se hace esto del rock. Y que la música honesta y simple perdurará por siempre. Y como diría cierta filosofo contemporáneo: “Es solo rock and roll, pero me gusta”.
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión