Los Brujos: psicosis total

Los Brujos volvieron luego de 15 años para brindar un show breve y explosivo en la inauguración del festival Ciudad Emergente.

De todas las bandas que durante los 90 vivieron su apogeo y luego se separaron, Los Brujos fue la que más mística alcanzó, haciendo parecer incluso mucho más lejano su recuerdo. Fueron quince años que estuvieron ausentes; no es poco, no es tanto, pero por alguna razón parecían mucho más.

El lugar está poblado, realmente rebalsado; más que en todas las ediciones. La expectativa de un público casi exclusivamente compuesto por gente de entre 25 y 40 años que explota de fervor a las 21:20, hora señalada para que los cronopios aterricen en la tierra una vez más, enfundados en negro y blanco, con gorros cónicos gigantes, casi como monjes del futuro. «Gagarin» y «Psicosis total» dan el inicio al show de una banda que realmente no perdió frescura. Con «Canción del cronopio» se revive esa historia sobre Los Brujos, sus shows y su público, en un completo estado de salvajismo y excitación. Vuelven en una época donde salvo contados casos no hay salvajismo en el rock, y necesitamos romper las ataduras.

Sin la necesidad de auto parodiarse o pretender algo que no representan, se muestran tal cual son, 25 años más grandes desde su formación, y salen más que airosos de la situación. Tal vez sobre el escenario ya no haya caos, pero sigue existiendo esa banda furiosa y a la vez más profesional que no altera la esencia animal de su música.

Durante una hora, en una especie de chiste muy brujo, la banda se dedica a complacer a su público más fiel, obviando los hits obvios (nada de «Kanishka», «Agua Viva», «La Bomba», «La Tía Marcia»)  enfocándose en canciones más oscuras como «Vudu», «Sasquatch» o «Flipper». También aprovechan la ocasión para presentar canciones nuevas como la ya conocida «Beat Hit» y los estrenos de «Buen humor» y «La hiena», alguna con mejor respuesta que otra.

«La gira intergaláctica duró un largo tiempo pero ya estamos de nuevo en la Tierra: the aliens are back», profesó uno de sus líderes antes de «Mi papi no te quiere» que bien pudo haber causado un mini terremoto. Obviamente, una hora no fue suficiente para quince años de abstinencia. Este show fue algo así como un aperitivo, esperando entregar la verdadera ceremonia para el retorno oficial. Pero tuvo lo necesario para que sea un show de ellos. Por lo vivido anoche, el número de seguidores desamparados es grande. Todos esperando al salvador.

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