Lluvia de hits

Para la banda californiana no sería sencillo superar aquel show de 2008 en el Club Ciudad, no solo porque había sido el debut en Argentina después de tantos años de espera, sino por las características emocionales que se dieron durante el desarrollo del mismo. Los músicos bajo la lluvia es una imagen que no se iba a volver a repetir. Sin embargo, ellos se entregarían por completo para dejar su huella nuevamente en el inconsciente colectivo del rockero argentino.

Merecen mayor atención

Por lo general, el mundo del rock es machista, y por eso a las mujeres les es más difícil trascender. Más allá del talento, para conseguir ese objetivo deben tener mucha personalidad para imponerse. Andrea Álvarez reúne ambas cualidades, además del complemento de ser la baterista y cantante de su banda. Durante su set demostró mucho rock en un estilo que va desde Pappo’s Blues a Los Natas.

Luego fue el turno de Buckcherry, un conjunto de primera línea dentro de su género, pero en que Argentina no cuenta con la base de fans que merece. Desde el vamos dejaron claro el camino que transitan con un rock salvaje muy en la línea de Aerosmith, Guns N’ Roses, The Black Crowes, entre otros. El cantante Josh Todd es un frontman ideal pues tiene el carisma, la actitud y el sex appeal que se necesita.

Debieron reducir su lista a 10 canciones por las demoras en el inicio. De igual forma, los 50 minutos de show les bastaron para atrapar a los presentes con las gancheras melodías, “Rescue me”, “Next 2 you”, “Lit up” y “Crazy bitch”; también hubo tiempo para la balada “Everything”. Con un sonido ajustado y una postura desafiante dejaron con ganas de más y a la espera de una actuación propia. Quizás después de este debut su masa de seguidores aumente.

Alegría incontenible

Era el momento de los Mötley Crue. Sus fanáticos más impacientes sabían que durante esta gira la lista de temas estaba basada en sus mayores clásicos. Esto era algo predecible ya que en este 2011 están cumpliendo 30 años de carrera. Los seguidores que querían mantener la incógnita, tampoco se sorprenderían con la elección. La inicial “Wild side” les daría un panorama de lo que vendría. Esto no le quitó al público ni una chispa de energía y sentimiento.

La presencia de los originales Vince Neil (voz), Nikki Sixx (bajo), Tommy Lee (batería) y Mick Mars (guitarra) generaba emoción y mucha pasión en los espectadores. Si se les suma himnos como“Same ol’ situation (S.O.S.)”, “Primal scream” y “Don’t go away mad (just go away)” la locura llegaba a niveles impensados. Por ejemplo, el sonido que estuvo un tanto chato al inicio, pasó desapercibido ante tamaña algarabía. Vale aclarar que desde el cuarto tema, “Shout at the devil”, sonaron perfectos.

Si bien sus cuerpos delatan un poco las edades, la performance musical y el espíritu rockero lo mantienen intacto, como en su mejor época. Vince parece estar cantando mejor que nunca, aunque su pancita exponga otra cosa; además se lo ve muy activo y con ganas de rockear. En la balada “Home sweet home” expuso su excelente nivel. Tommy, desde su posición, es el que lleva adelante el grupo, y hasta tuvo tiempo para hablar con su gente y darles algo de tomar.

El solo de Mars fue por lejos el punto más flojo de la noche, con un instante que poco aportó al show. Sin embargo, para el público es significativa su participación pues es uno de los generadores de los clásicos riffs de la banda. Con “Dr. Feelgood” y la esperada “Too Young to fall in love” se entienden el porqué. Nikki, con su imagen juvenil, es una figura trascendente y que el público ama.

El trío final de canciones, integrado por “Smokin’ in the boys room”, “Girls, girls, girls” y “Kickstart my heart” encendió a todo el estadio. La intervención del público fue aún mayor, con sus voces a capela y sus puños en alto. Los espectadores querían más, pero la banda se despidió sin bises.

Por más que las condiciones técnicas hayan sido superiores, la mística y la magia de aquel show del Club Ciudad no se pudo volver a repetir. La catarata de hits sirvió para enloquecer a los presentes, pero no lo logró generar ese espíritu tan especial. De igual manera, ofrecieron un contundente concierto y con una maravillosa selección de canciones que jamás podrá fallar.