RESEÑAS
Llegó Obras nomás!

La gente lo venía pidiendo hace varios meses, incluso antes que se dé el anuncio oficial de la banda. Querían llegar a Obras, todos juntos, ellos y la banda, porque todos se sienten parte de este crecimiento, y los músicos así lo hacen saber constantemente en su discurso. CALLEJEROS tuvo que agregar una fecha para el viernes 30 a la principal del sábado 31 y ésta también reventó de público, como cada vez que los de Villa Celina se presentan, sea en el lugar que sea.
CALLEJEROS tiene varios años en la ruta, tocando en cualquier lugar de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y viajando por el interior del país varias veces. En el último año ha logrado un incremento en sus seguidores que hace que de las 1600 personas en el micro estadio de Atlanta de hace trece meses, lleguen a unas 10 mil en las dos noches del pasado fin de semana, logrando algo impensado para cualquier banda: debutar en Obras con dos funciones agotadas.
La 5ta a fondo
La noche arrancó con una grata sorpresa para la gente: el tema elegido para comenzar fue El nudo, uno de los grandes clásicos de la banda que no suele abrir las veladas. Los pibes no alcanzaban a sacar sus bengalas de las mochilas, estaban desesperados ya que siempre es éste el tema en el que se prenden la mayor cantidad de colores a lo largo de las presentaciones de la banda y no contaban con el regalito.
El principio no dio respiro y pegaron varios temitas antes de saludar a sus correligionarios, para luego entregarle a sus nuevos seguidores el hit radial Una nueva noche fría, que hizo vibrar el estadio por completo.
La postal era la misma que se ve cada noche Callejera: decenas de banderas de palo (más de 60 seguro), los trapos sobre las paredes que habían sido colgados la noche anterior, cuidadosamente respetando sus lugares asignados, un enorme número de chicas, y una banda sobre el escenario que le pone mucha onda a la noche y a sus “rocanroles irresistibles”, dándoles a estos pibes buenas letras para gritarlas hasta la afonía y lindas melodías para agitarlas en los shows, o bailarlas fuera de estos.
PATO SANTOS FONTANET, la voz del grupo, mencionó más de una vez a “los bobos que decían que no llenábamos” y dedicó el show a ellos, “que son varios”. Dialogó mucho con el público, agradeció una y mil veces “este sueño” que están viviendo, se sorprendió al ver tanta gente cantando los nuevos temas, y dijo no saber en que parte de su carrera están pero “ojalá falte mucho de todo esto”.
Los temas que sonaron fueron tantos -nada menos que treinta- que lograron repasar casi por completo los dos discos, “SED” y “PRESION”, y el primer demo de 1998 “CALLEJEROS”. Entre tantos, se escuchan frases en el camino que se van colando en las cabezas de los presentes como “lo reprimido cuando está cautivo, te pide salir” de “Prohibido”, “Si me cansé de olvidar, fue porque el olvido es la pastilla suicida” de “Si me cansé” o “y si llego a mi fin intentando seré un vencedor” de “Ilusión”. La gente se sabe las letras, parece que las han estudiado cuidadosamente para venir a dar también ellos un examen en Obras.
El humo se tornaba insoportable ya que cualquier tema es potable para que el piberío se mande con al menos cinco bengalas juntas, y más de uno necesitó atención de los colaboradores de la Cruz Roja. PATO pidió por favor que las apaguen: “Salten y canten todos juntos que es lo mejor que les sale, acuérdense que ustedes fueron los que pidieron Obras”. A los dos minutos había cuatro bengalas prendidas desoyendo el pedido. ¿Será que los de abajo se sienten más importantes que los de arriba? Este tema de “todos somos iguales” también corre estos riesgos, no me imagino a alguien ignorando lo que SAY NO MORE diga, porque este agarra sus cosas y se manda a mudar.
Pasa “Callejero de Boedo”, “No volvieron más” y el recuerdo para los milicos que arruinaron el país, y llega “Fantasía y realidad”. Es aquí cuando sorprende ver a 5 mil almas cantando un tango. Si, un tango cantado por tantos pibes que no deben conocer más de tres de las piezas más conocidas de GARDEL, SOSA o GOYENECHE, pero que se copan con esta propuesta callejera y al parecer les encanta calzarse una bufanda y un sombrero imaginario por unos tres minutos y usar la garganta para entonar esos versos.
Luego de amagar el final un par de veces, hacen “Rocanroles sin destino”, un nuevo tema que vienen tocando en vivo que habla de aquellos que “no pudieron reír sin llorar”, los que también la pelearon pero no corrieron con la misma “suerte” que ellos. Le sigue “Los invisibles” y “Sonando”, para todos los que “el fabricante de modas no convenció”, y el final llega con una poesía alucinante sobre lo “Imposible” que propone vivir en un mágico lugar donde “la gente de mierda esté muerta y los buenos vivos”, “decir aborto suene legal”, y digan “la verdad los que escriben los diarios”.
El sueño del primer Obras se completó de una manera muy satisfactoria, con un lleno total, una lista de temas muy amplia y muy bien recibida, y el calor de siempre del público callejero, que se sintió tan cómodo -pero apretado- como en cualquier lugar que visitó en los últimos tiempos.
Siguen sonando rocanroles y no queda lejos el sueño de seguir subiendo, unidos bajo un mismo sentimiento va la banda y la gente, queriendo crecer de la mano, llenando todo, así llegaron a Obras y no se conforman, van por más.
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