RESEÑAS
Le afanamo la bandera

Dirás: “¿Dos minutos en Obras? Cualquiera”. Sin embargo, los pibes (y ya no tanto) llevan 20 años punkeando para vos, y más que merecida tenían la fiesta de cumpleaños del sábado.
Arengando canciones borrachas como siempre, los 2 MINUTOS tocaron cerca de 60 canciones en tres horas de show, 20 canciones por hora de promedio, 3 minutos por canción, dos minutos de poder y uno más de quilombo arriba del escenario. “Puede fallar”, avisaba MOSCA de a ratos. Pero no fallaban.
Arrancando con ”Barrio Obrero” (“Nosotros venimos del sur de la ciudad…”) marcaron territorio y recorrieron gran parte de su discografía para que los presentes corearan sin descanso esas canciones que están ahí para brindar con amigos a los gritos. Lástima que en el estadio solo se permita vender su gaseosa de mierda: gracias señor Jefe de Gobierno por allanarle el camino a Macri.
La nostalgia tanguera y simple de la banda se hizo presente en los temas, como “El se va”, Ezeiza” o “No confiaste”. Parece que los DOSMI tienen muchos amigos viviendo lejos y lo muestran en sus canciones.
Está bien, ellos no son verdaderos reyes, pero con lo que hay que escuchar ahora del estilo punk sin dudas se llevan el premio: siguen tocando furiosos sus melodías a tres acordes, y no me vengan con el post punk intelectual de NORMA o la exageración sentimental fingida de SMITTEN; la banda ya pisa los 40 años en edad promedio pero siguen sonando como los RAMONES a los 20 o los MISFITS a los 21.
MOSCA enumeró cada uno de los temas, y a cada número le ponía un sueño: pasó el 14 y le hizo una fiesta, DOS MINUTOS sigue con el espíritu de escabio y al público podía tirarle cualquier cosa (agua, púas, palitos) menos su propia birra.
Pasaron ”Postal 95” (“El pueblo pide trabajo”), “Amor suicida” y “Lejos” (otra vez la nostalgia) y las gargantas ya estaban afónicas.
A cada rato subía un invitado nuevo a tocar algún tema con la banda: los hermanos macana de BIEN DESOCUPADOS; ADRIÁN (el del tema, que es un metalero rancio y que cantó la canción dedicada a él); MAIKEL de KAPANGA, que no falta en ningún show de nadie; GUSTAVO, de RNI, banda que les hizo el soporte; uno que le decían el RATA, hermano de un amigo mío y bueno, en un momento parecía que podían señalar a uno del público para que tocara con ellos. Veinte años de amistades cosecharon.
MOSCA iba y venía del escenario cada vez que entraba un invitado. Para el cover de PAPPO (”Mal romance”) subió el INDIO, ex guitarrista pero parte importante de la historia de la banda, que también tocó “14 botellas” y “La ladrona”.
Los temas siguieron uno detrás del otro, y como no está bueno poner una lista de temas en una crónica (además que es jodido recordar los 60), esta simplemente asegurará que tocaron todos esas canciones que querías escuchar. Faltaron “Domingo”, “La Balanza”, y la bella canción dedicada a ATAQUE 77 que canta el título de esta crónica, pero hubo lugar para un cover de MISFITS (”Me convierto en marciano”) y uno de RICKY MARAVILLA (”Caramelo de Limón”)
Faltando 15 minutos para el final, pasaron un video hecho por ellos -desde ya (DYS)- que mostró el barrio de Valentín Alsina y todos los lugares donde tocó la banda en sus comienzos… todos cerrados.
Para terminar, “Ya no sos igual” y la cantidad exuberante de invitados se subieron a corear a los gritos “dos minutos punkeando para vossssssss”, con el bonus track de CABRA, de LAS MANOS DE FILIPPI, que operó un rato el sonido.
Al terminar el recital, la última acotación de MOSCA fue: “Vieron el bar al lado de la estación de Barrancas de Belgrano? Vende birra, saquéenlo”. Aunque nada pasó, la sugerencia no estaba nada mal.
Así, en tiempos donde la radio llena Obras por bandas como LA 25 o LAS PASTILLAS DEL ABUELO, DOS MINUTOS cumplió 20 años bien merecidos y haciendo estallar el estadio de gente. Pero 20 años no es nada, como dicen ellos y aquel tango, así que esperamos que sigan así por muchos años más.
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