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Las puertas de la brutalidad

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Supongo que cuando uno es joven y forma una banda es porque desea cambiar las reglas del juego, aunque en el fondo tal vez sepa que eso no sucederá. El problema es cuando sí sucede. At The Gates revolucionó la escena metalera durante los 90 junto con bandas como Dark Tranquility e In Flames. La llamada escena de Gotenburgo (junto a bandas inglesas como Carcass) fusionó la brutalidad del death metal con las melodías cristalinas del metal clásico. Alguien decidió que eso se llamaría death metal melódico y arrasaría con todo. El auge del movimiento duró poco pero sirvió para que At The Gates lanzara el esencial “Slaughter of The Soul” e influenciara a miles antes de sucumbir ante sus propias presiones. Todo eso a los 22 años puede ser demasiado para algunos. Esta gira que los traía por primera vez a Sudamérica es la reunión de una banda decidida a disfrutar de su obra, algo que no lograron en su momento.

Al entrar al teatro sorprenden los baches de lugar entre el público. Teniendo en cuenta las exitosas visitas de los otros exponentes del género en varias oportunidades, asombra que la banda más importante de esa escena no haya podido superar la apuesta. Pero acá no venimos a hablar de convocatorias sino de shows. Por lo menos para los presentes, tantos años de espera son liberados al arrancar el show con el clásico “Slaughter of the soul”. La frase “están como si no hubiera pasado el tiempo” acá no tiene mucho sentido porque los músicos, aunque tienen una trayectoria de más de 25 años, son realmente jóvenes. La escena death metal en Escandinavia fue creada por chicos en secundarias que se intercambiaban cassettes grabados entre ciudades.

Ya sabemos que, por lo menos acá, hacer sonar bien al estilo es una tarea complicada; depende el lugar donde uno se ubique un instrumento suena más que otro, pero el balance es positivo. Habiendo visto a los gemelos Bjorler en su visita con The Haunted (banda que formaron luego de la separación de ATG), los ojos estaban puestos en el cantante Tomas Lindberg. Derribando el mito de la frialdad nórdica, “Tompa” se puso al público en su bolsillo de principio a fin. Dueño de una presencia escénica importante, se las arregla para castigar su voz sin que se note ni siquiera un poco de desgaste a lo largo del show. También se lo notaba visiblemente contento con el público que tenía ganas de celebrar la visita de la banda. ¿Pero de qué banda?

Los hermanos Jonas y Anders Bjorler son la dupla perfecta. Tanto en At The Gates como en The Haunted son el núcleo compositivo, pero requieren de un frontman carismático para llevar el show adelante. Sea Tomas Lindber, Peter Dolving o Marco Aro, han sabido rodearse de tipos con más carisma e ideas que profesionalismo (en el sentido estricto de la palabra). Tipos que no pasan desapercibidos y que su música necesita.

La respuesta del público al entonar una canción del disco “Slaughter of the soul” era visiblemente desmedida en comparación a las composiciones de los tres primeros discos. Curiosamentem temas más viejos como “Forever Blind” o “Kingdom Gone” sonaron mejor que nunca con los años de experiencia que la ruta ha adquirido. Es probable que ninguno de los tres discos iniciales sea tan bueno como “Slaughter of the soul”, pero la sensación que daba era que el público esperaba que pasen esas canciones hasta que sonara una del álbum clásico, que sonó casi en su totalidad (solo faltó la instrumental “The flames of the end” aunque esa no cuenta). En “Cold”, “Under The Serpent Sun” o “Into the dead sky” la gente se desespera: pogo, mosh, rondas, gente coreando guitarras, todo lo que a usted le guste.

El final llegó con el himno “Blinded By Fear” seguido de “Kingdom come”.Si bien la lista de temas fue impecable, y se ve a la banda en excelente estado, la sensación es que faltó algo. Comunión, más calor, tal vez sea algo que no tiene denominación. Estamos hablando de un show ocho puntos cuando todos pensábamos que iba  ser un diez. A veces no podemos no ser como nuestros padres y simplemente disfrutar de los resultados; queremos más.

azafatodegira.com

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