RESEÑAS
Lamb of God sacudió Flores

Si bien el momento de mayor exposición del grupo fue hace cuatro años con su disco “Sacrament”, sería interesante poder observar a un grupo de trascendencia mundial durante dos noches. Aún siguen siendo una banda joven y tienen mucho por recorrer; por eso, la manada heavy local no quería perderse este acontecimiento.
Muchos, algunos buenos
La propuesta extrema de Vector causó gran impresión en los presentes, sobre todo por la contundencia y la variedad en su sonido. Los riffs trash/death que se cruzan con estribillos gancheros, como el caso de “Carga en vida”, aprobaron.
Desde La Rioja llegó el power trío Victima, quienes mostraron un sonido bastante trillado con evidentes influencias de A.N.I.M.A.L., a tal punto que cerraron su set con “El nuevo camino del hombre”.
El death metal súper técnico que brindó Innerte provocó los primeros pogos de la velada. A pesar de letras primitivas como “Vivo en mi” y “Funeral eterno”, su audio preciso e intricando superó cualquier detracción.
En ningún momento de su participación, Sessions pudo ser del gusto del público, quizás por su oferta metalera cercana al hardcore, en especial por la postura de su cantante. “One more time” y “Social injustice”, dos de las canciones que pasaron.
Los jóvenes de Everything Collapsed mostraron buenas intenciones, aunque todavía les falta madurar. Con el tiempo podrán potenciar sus cualidades, las cuales son más que interesantes. Su sonido pasa por Testament, All That Remains, Pantera, Arch Enemy, entre otros.
Los Betrayer, habitués en espectáculos internacionales, dejaron su marca a base de puro trash/death comandados por Silvina Harris. El poder lo mostraron con melodías como “March of war”.
Para ustedes
El público, que abarrotó el lugar, estaba muy ansioso por el inicio del show. Tal era así que los minutos eran eternos para sus fanáticos. Esa locura se multiplicó cuando finalmente se apagaron las luces y el instrumental “The passing”, que abre su sexto disco de estudio “Wrath” (2009), comenzó a sonar.
Cuando Lamb Of God pisó el escenario con el súper riff y machaque de “In your words” dejarían en claro que no defraudarían a nadie.
Paul?Waggoner, de Between The Buried And Me (en reemplazo de Mark Morton, que tuvo un hijo) y Willie Adler en guitarras, John Campbell en bajo, Chris Adler en batería y Randy Blythe en voz, estaban haciendo destrozos con un sonido letal, bien grave y perfecto desde el primer acorde.
La gente estaba en la misma sintonía; cantaba y mosheaba con mucha pasión y excitación. Con las siguientes “Set to fail” y “Walk with me in hell”, la intensidad era aún mayor.
El conjunto de groove metal centró su concierto en sus últimas dos producciones, aunque viejas perlas como “Now you’ve got something to die for” y “Ruin” brillaron tanto en escena como debajo de ella. Si bien muchos fans no están conformes con estos dos discos, durante el directo su idea varió o al menos su mirada fue distinta.
Lamb Of God siempre se diferenció del resto de los grupos de su camada por su poder arrollador en vivo y por sus cortes constantes. Los solos de viola soberbios también ayudaron a esta fama. “Contractor”, “Laid to rest” y “Omerta”, son tres buenos ejemplos que sonaron.
Si bien Randy le dio lugar al público para que canten, el momento de mayor interacción ocurrió durante las últimas dos melodías, “Redneck” y “Black label”. Aquí las voces tomaron mayor protagonismo, que se acentuaba aún más cuando se encendían las luces.
Lamb Of God no sólo cumplió finalmente con sus fans sudamericanos por el solo hecho de bajar, sino que demostró su verdadero potencial tanto desde lo musical como desde lo escénico.
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