La nena monstruo

Clareece Precious Jones, la protagonista del film (Gabourey Sidibe, en su debut en cine) tiene apenas dieciséis años pero es obesa, negra, no sabe leer ni escribir, tiene una hija con síndrome de down y está embarazada por segunda vez. Si a esto le sumamos a un padre ausente –pero que la viola con frecuencia y es el padre de los hijos de Precious– y los maltratos físicos y psicológicos que le propina su madre -interpretada por la genial Mo’Nique, tenemos una historia que abunda en golpes bajos, en situaciones que generan, simultáneamente, tristeza y rabia. Casualmente, mucho de esto tenía “Slumdog millionaire”, la mejor película de 2008 según el jurado de los premios Oscar, galardón por el cual compite “Precious: Based on the novel ‘Push’ by Sapphire” –tal es el nombre original del film- este año.

De ganarlo, dejaría en el camino a títulos como “Inglorious basterds”, “Up” y “Avatar”, entre otros. Pero, ¿lo merece? Más allá de muy buenas interpretaciones –madre e hija ya mencionadas; Paula Patton en el rol de maestra para jóvenes disfuncionales; un hilarante Lenny Kravitz en el papel de enfermero; y la humanidad burocratizada de una asistente social, materializada en la irreconocible Mariah Carey– abundan los lugares comunes, situaciones que “ya vimos” en otras películas de estas características. Los ejemplos más tangibles son los flashes de “felicidad ideal” que tiene Precious mientras es violada o cuando la madre la deja inconsciente luego de golpearla en la cabeza.

Sin embargo, la escena que define el futuro -que no vemos- de Precious (un careo entre ella, su madre y la asistente social), logra una enorme intensidad sólo con diálogos, con la crudeza de la verdad, e instala un nudo que jamás se desatará, porque la vida de la protagonista ya carga con una cruz bastante pesada.

“Precious: Based on the novel ‘Push’ by Sapphire”

Dirección: Lee Daniels

Guión: Geoffrey Fletcher

País: Estados Unidos

Duración: 110 minutos