LA MISSISSIPPI copó Hangar

El calor azotaba a la ciudad, y Liniers presentaba una sensación térmica más elevada que el resto de los barrios ¿El motivo? Los recitales migraron hacia los puntos veraniegos y cualquier concierto de cualquier banda pasó a ser una propuesta más que atractiva para los amantes de la música.

El pasado viernes LA MISSISSIPPI tomó por asalto el escenario de Hangar. Y las bandas que fueron invitadas contaron con un buen número de presentes –bastante heterogéneos, por cierto-que esperaban con ansias ver en acción a TAPIA y compañía. Y los primeros en enfrentar a ese público sediento de rock empapado de blues fueron los oriundos de Nueve de Julio, JAQUECA. Con una buena dosis de rock and roll los muchachos presentaron los temas de su disco “Peaje para ir al Cielo”.

Entretenimiento dentro y fuera de Hangar

Mientras JAQUECA se hacía presente, en las afueras del local el enfrentamiento verbal entre un joven y un patovica entretenía a todos aquellos que aguardaban en la entrada. La diversión barata de la puerta se complementaba con el set de LOCURA EN HEBRAS, segunda banda que pisó el escenario de HANGAR.

Los trapos de LA MISSISSIPPI se alternaban con los de LA RAMBLA, el tercer y último grupo antes del plato principal. La gente se veía bastante dispersa, pero el motivo parecía ser bastante claro. La finalidad de todos era disfrutar del set de LA MISSISSIPPI, ya que RICARDITO TAPIA y demás los “malacostumbraron” a los buenos recitales.

Y finalmente salieron…

…Cuando habían pasado unos treinta y pico de minutos de la una de la mañana. Primero, como si se tratase de un juego de sombras chinas, se los vio ultimando detalles tras el telón con “Café Madrid” de fondo. Desde ya, tarareada por su heterogéneo público.

Y los coros y aplausos fueron inevitables cuando por fin rompieron con el juego de ausencias y pisaron el escenario como si se tratara de tierra firme. Ellos habían desembarcado con la idea de conquistar el barrio de Liniers. Y de antemano, podemos decir, que lo hicieron.

Ellos no dudaron en entremezclar canciones de su nuevo disco “Sietevidas” con temas de sus placas anteriores. Así “El dieciséis” -cuarto tema de la noche- se fusionó con “La misma moneda”. Desde ya, no faltaron algunos temas que podrían ser tomados como clásicos , por ejemplo “El detalle”, donde los más veteranos se patearon rocanroles lustrando el piso de Hangar, cosechando respetuosas miradas de la gente que los rodeaba.

Se dejaba escuchar el “ole, ole, ole, missi..ssippi”, que fue agradecido “a la popular” por RICARDO TAPIA. Luego sonaría el “Matadero”, con el consabido grito de la gente en el riff inicial.

Final con clásicos

“Les vamos a regalar un tema nuevo más” dijo el cantante antes de comenzar a tocar “En busca de pleitos”. Hasta ese momento la gente iba alternando su ánimo entre la explosión de los clásicos de la banda, y la escucha respetuosa de las canciones de “Sietevidas”.

Sobre el final del show sonarían -sin repetir y sin soplar- una seguidilla de temas que dejarían sin aliento a más de uno. Comenzaron con “El fierro” y “Hola y adiós”, para luego despacharse con “Perro guardián” y finalizar con “Un trago para ver mejor”, cuando apenas había transcurrido un poco más de una hora de show. “Nos vemos en marzo (cuando presentarán oficialmente su disco), de corazón gracias…” dijo TAPIA al bajar del escenario.

Mientras la gente -una extraña mixtura conformada por individuos con remeras de MAIDEN, DOORS, RENGA, más algunos promediando los 50, chicas de taco y pollerita, y otros que podrían ser vistos haciendo la fila de Pacha- aprovechaba para ir a comprar cerveza a la barra, la banda descansó apenas unos minutos, para volver luego a escena.

Los bises comenzaron con otro de los temas nuevos, “Tarde (hasta para un gato)”, seguido de “La danza de la lluvia”. Tras ésta, TAPIA desliza: “Vamos a hacer un tema nuevo para cerrar… Les va a gustar”, agrega cómplice. Y de este modo se despacharon con “Café Madrid”, tema que fue pedido desde que los teloneros hacían lo suyo sobre el escenario del local de Liniers.

La banda arrancó el 2004 con un show que no escapó a los parámetros normales y fue más que verosímil. Esto provocó que el saldo sea muy positivo ya que el grupo suele dar presentaciones de un alto nivel. Y el calor no fue un impedimento para que los grandes y los más jóvenes procedentes de distintas tribus la pasen bien, disfrutando de un nuevo set del grupo.