La fiesta sudaka

Los Gardelitos se presentaron el pasado sábado en Hangar, boliche ubicado en el barrio de Liniers. Con este show cerraron la gira “Odisea Gardeliana”, que duró un año y medio, y los llevó por diferentes barrios de Capital Federal y el Conurbano Bonaerense.

El recital arrancó cerca de la una de la mañana con “Introducción Gardeliana”, “Anabel”, y la chacarera “Volvere en tus ojos”. Luego, durante casi tres horas de puro rock, tocaron canciones que aún no grabaron y temas de sus dos discos.

“Por más que quieran, los gobernantes no nos van a dominar Siempre hacemos lo que queremos, y no nos van a poder cambiar”, dijo Korneta Suárez (voz y guitarra), desatando la euforia de las casi 700 personas que presenciaron el show. Con esas palabras resume muy bien la esencia de LOS GARDELITOS. La banda demostró que actualmente no apunta ni a la prolijidad ni al profesionalismo. En casi todos los temas dejaron lugar para que cante la gente e improvisaron mucho. Muy diferente a la mayoría de los grupos de rock.

Sus recitales son un ida y vuelta permanente. Hay mucho contacto entre la banda y la gente. No importa la perfección. Todo se resume en el poder de las canciones.

Para el final brindaron lo mejor: “Nadie cree en mi canción”, “Los Querandíes” y el himno “Gardeliando”. Y la gente respondió con pogo, baile, bombas de estruendo, y bengalas. Así se cerró un capítulo de la historia de LOS GARDELITOS, que ahora comenzarán a grabar su tercer disco. Estarán ausentes en los escenarios por un tiempo, pero todos se fueron del Hangar palpitando la vuelta.