RESEÑAS
La fiesta de la gente

Esta segunda función (en realidad fue la primera que se anunció) no difirió en mucho de la del viernes, por lo que aquí te traemos, además de la cobertura del show, algunas de las postales que se vivieron en el ingreso y durante el show.
Postales previas
Barrancas de Belgrano se llenaba de a poco de gente que, con el rumbo y la cabeza puesta en el estadio Obras, aprovechaba para comer y tomar algo mientras esperaban a algún amigo que se había retrasado.
Caminando por la avenida, a la altura del Tiro Federal, ya se escuchaban las explosiones de los tres tiros que el público había llevado. ¡Que fiesta!
Seguro, pero el tema era que parte de esos cohetes fueron tirados en la puerta porque se complicó entrarlos al show.
A pesar que estaba anunciado a las 19 horas, ya eran más de las ocho y muchos seguían escabiando por los alrededores, esquivando a los azules, que a veces hacían vaciar el contenido de las botellas.
Muchos negocios pudieron hacer la diferencia. Así, a escasas cuadras del estadio, cualquier negocio vendía cerveza, ya sean carnicerías, verdulerías, etc.
Se iba acercando la hora del show, así que cumplimentada la previa, nos dirigimos a la puerta de Obras y desde allí pudimos ver el “show de fuegos artificiales” que montaron los seguidores de la banda. Los que parecieron no disfrutarlo fueron los vecinos de los edificios de la avenida Libertador, a los que le caían las explosiones en los balcones o golpeaban contra sus ventanas.
Corrida y adentro!
¡Vamos que arrancó! Así fue como entramos al show, cuando el grupo comenzaba su show con “El nudo”, clásico de la banda que dio pie a que se prendieran las bengalas, dejando la visibilidad en menos diez. “Chabón, no lo veo al Pato” me dijeron por ahí. Y era cierto, desde el costado solo se divisaban algunas sombras y figuras, y al humo había que agregarle la cantidad enorme de trapos que flameaban entre la gente.
Siguieron temas como “Cristal”, “No somos nadie” y “Presión”. Después de “Tres”, el “PATO” FONTANET agradeció a su público, y pidió que pararan un poco con las bengalas: “Vamos a cantar y divertirnos” diría. Y vaya si la gente le hizo caso –a esto solo, las bengalas seguirían prendiéndose durante todo el set- ya que no pararon de bailar y cantar durante las tres horas de show.
El cantante estaba bastante locuaz y agradecido con su gente y lo demostraba a cada rato. Luego llegaría “Una nueva noche fría”, para que también cantaran aquellos que llegaron hace poco.
El “LOMBRIZ” subía a hacer chistes al escenario. Así fue como lo hizo vestido de bombero. “Otra vez el mismo chiste, Lombriz” se escucha entre la gente, pero también lo gastarían los integrantes del grupo, por su ¿trabajo? de reidor.
Promediando la primera parte del show, ya varios “cadáveres” se apilaban en el pasillo, además de gente que intentaba respirar un poco de aire fresco. Sonarían temas como “Otro viento mejor”, “Ojala se los lleve” y “Tiempo de estar”.
Después de quince temas llegó el final de la primera parte del show con “Si me cansé”. La masa aprovechaba para ir al baño, comer algo, sentarse o simplemente salir a tomar un poco de aire, antes de volverse a enviciar con el humo de las bengalas.
Se va la segunda
El comienzo de esta parte del show sería con “Armar de nuevo” y “Callejero de Boedo”. Pura fiesta. A pesar del calor reinante el agite no cesaba. Los Control no paraban de sacar bengalas hacia fuera, y fue gracioso ver como uno de ellos cumplió su “deber”, pero agitándola, como si estuviera llevando la llama olímpica.
Si hay una costumbre en los recitales de las bandas de este estilo es que lean volantes de bandas. Así fue como en uno de los altos del show, el “PATO” leería varias fechas de bandas amigas.
Era muy groso ver entre la gente a muchos niños a “cococho”, con sus remeritas de CALLEJEROS y alentando a la par de sus padres.
Cada vez más gente salía al pasillo, y se notaban las caras de cansancio entre ellos. Mientras, desde el escenario sonaba “No volvieron más”, con imágenes de Galtieri, que como corresponde fueron chifladas y acompañadas de cantitos como “el que no salta es un inglés” y “Argentina, Argentina”.
Siguieron con “Vicioso, jugador y mujeriego”, “Prohibido”, el tanguito de “Fantasía y realidad” e “Imposible” entre otras.
“Rocanroles sin destino” marcó el final de esta parte del show, antes de los bises.
Entre los bises estarían “Sonando” e “Ilusión”, con el que definitivamente cerrarían su debut por dos, después de más de tres horas de agite, tanto arriba del escenario como debajo de él.
Y sí. Llegar a Obras es el sueño de toda banda y lograrlo con más de diez mil personas en dos funciones no es moco de pavo. Si a eso le sumamos el hecho de hacerlo con gran parte del camino recorrido de forma independiente, el mérito aumenta.
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