RESEÑAS

La fiesta de EL OTRO YO

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“Buenas noches. Bienvenidos a la fiesta de EL OTRO YO. Vamos a presentarles el video de ‘Virus’– desliza tranquilamente la bajista del grupo MARIA FERNANDA ALDANA. Con esa habitual pachorra que caracteriza a esta banda bajo la escena -y que se rompe cuando ellos se apoderan de la misma- anticipa el comienzo, cada vez más inminente, de esta velada.

Obviamente, podíamos localizar los rasgos propios de toda fiesta, desde ya, con algún tipo de variaciones. Por ejemplo, no había un cartel de “Bienvenidos” pero sí encontrábamos trapos de distinta procedencia que decoraban el recinto de la calle Estados Unidos. Los anfitriones no eran los que convidaban “algo para tomar”, sino los asistentes -que oficiaban de mayordomos- sacudiendo y revoleando botellas con agua en las cercanías del vallado.

El cotillón típico del carnaval carioca había sido reemplazado por la nieve característica de los corsos que invadían a la ciudad. Con la sutil diferencia de que no le entregaban un pomo de Rey momo a cada uno de los que ingresaba, sino que ésta era despedida del techo cuando la ocasión lo ameritaba.

Los “dueños de casa”

CRISTIAN, MARIA FERNANDA y dos de sus amigotes, RAY y EZEQUIEL, son los anfitriones. Para la ocasión -el cantante y representante masculino de la troup ALDANA- luce un ceñido pantalón de jean, con una ajustada remera marrón que resalta su delgada figura. Ella se inclina por una pollera en la gama de los rojizos y una blusa de escote irregular a rayas anaranjadas. Desde ya, acomodó su cabello con una hebillita que mantiene la raya al costado de su peinado habitual y que las seguidoras de la banda imitan casi religiosamente. EZEQUIEL y RAY se escabullen en el escenario con total discreción y, por ende, optan por remeras negras.

Para la ocasión no hay djs contratados. Los propios dueños de casa se hacen cargo de la música y tienen ganas de que sus invitados bailen. Para la gala, los presentes lucen sus peinados casuales a base de gel, y su olor a espíritu adolescente se combina de modo exacto con los bolsitos cruzados o las mochilitas embadurnadas con Liquid Paper. Desde ya, hay excepciones, ya que parece que los ALDANA y compañía no se reservan el derecho de admisión.

Como si alguien hubiese pedido que “pongan algo para bailar”, suenan “Hola papá” y “69”. Los modos en que la gente danza son disímiles. Algunos de los invitados merodean por sobre las cabezas del resto, otras se limitan a mover los pelos al compás y los que se encuentran en el fondo saltan a escasos centímetros del suelo y a gran velocidad. Parecen jovencitos, aún vírgenes en cuestiones poguísticas que, si hacen tripa corazón, se lanzarán a la gran aventura en el próximo show.

La pista de baile

Sobre el escenario la cuestión cambia. RAY no puede lucir sus dotes de bailarín ya que sus obligaciones como batero se lo impiden. De este modo emula al típico personaje festivo que tímidamente se queda sentado observando la pista de baile. EZEQUIEL y MARIA FERNANDA movieron sus piernas al son, de modo discreto, mientras que CRISTIAN fue el que se mostró más desenfrenado a la hora pachanguear. Con las rodillas apenas separadas y su guitarra incorporada recorrió las tablas de punta a punta mientras sacudía su oscura y lacia melena.

No todos los temas que se hicieron presentes provocaron altos niveles de euforia. Los hits como “Calles” y “Viajero” causaron estragos entre la muchachada, que saltaba de modo compacto a lo largo de todo Cemento. Desde ya, los clásicos como “La tetona” y “Corta el pasto” tuvieron el mismo poder. Como en toda fiesta, hay unos pequeños momentos bajoneros donde los invitados descansan. En la noche del sábado los presentes recuperaron el aire perdido cuando los chicos de Temperley mostraron los temas de próxima producción. “Pecadores” y “Ola salvaje” son algunas de las canciones que estarán incluidas en la placa sucesora de “Colmena”.

Bueno, chicos…Cuando quieran ir yendo…

Hacia el final de la presentación- cuando la banda había abandonado el escenario tras interpretar “La canción del adiós”– CRISTIAN se hizo cargo del asunto y, con una guitarra acústica y los coros de los presentes, interpretó “Amigo” y “Ella se fue”. Finalmente, la banda se reintegra para regalar “Bajo la guerra”, “Lo de adentro”, “E.O.Y” y “Alegría”, “echando” cortésmente a los invitados.

RAY lanza un bebote que estaba en la escenografía, las púas también son arrojadas al público y también su guitarrista EZEQUIEL ARAUJO, que retorna al escenario sin las zapatillas y con la remera hecha pedazos que termina regalando. De este modo, finalizan la fiesta. Como corresponde, entregando souvenires.

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