RESEÑAS
La Danza de la Muerte pasó por Bs. As.

Tras los shows del Sábado 25 de julio de 1992 en el Estadio de Ferro Carril Oeste, del sábado 31 de Agosto de 1996 en Obras Sanitarias, del sábado 12 de Diciembre de 1998 y del sábado 13 de Enero de 2001, ambos en Velez Sarfield, sus fans pedían más. Querían de vuelta a la doncella de hierro. Y la tuvieron ahí, para disfrutarla nuevamente.
Coronaron su mejor año
Cuando aún el estadio se encontraba semi vacío, HORCAS hacía irrupción en escena. A las 18 hs. puntualmente, como estaba anunciado, “Esperanza” abría el set.
Las dedicatorias de WALTER MEZA estuvieron como de costumbre. En “Rompo el dolor”, le dieron las gracias a “Apaga la tele”, programa de radio emitido por la Rock and Pop de Lunes a Viernes de 21 a 23 hs., ya que estos hicieron un gran esfuerzo para que los HORCAS estén de soporte. También en “Vencer”, el alma de OSVALDO CIVILE estuvo más presente que nunca y en “Sueños”, WALTER se preguntó a ver si de una vez por todas llevan a la cárcel a los políticos corruptos, que realmente se lo merecen.
Las últimas tres canciones fueron a todo trapo. “Argentina” hizo cantar a capella a gran parte del público, “Solución suicida”, conmovió a los seguidores de la primera época del grupo, y el himno de V8, “Destrucción”, provocó el mayor pogo.
Los incondicionales fans de la banda apoyaron, cantaron y poguearon durante los 45 minutos de concierto. El gran 2003 que tuvieron se reflejó claramente en cuanto a la repercusión que obtuvieron y a los comentarios positivos que recibieron de la gente, tras la finalización de su participación.
Su pasado H lo condena
Los quince minutos exactos, que se habían pactado entre el fin de HORCAS y el inicio de O’CONNOR, se cumplieron religiosamente. Largaron con “Caníbal”, para pegarle “Reventar o morir”, cortina musical del programa “Tiempos violentos”, ante una masa que le pedía insistentemente canciones de HERMETICA.
A CLAUDIO parece molestarle que sus seguidores le pidan temas de su ex banda. Se le ve en el rostro cuando cantan en apoyo a la H. Igualmente hizo un esfuerzo y le regaló tres perlitas. Pero antes de eso sonaron algunos de los ya clásicos de su actual agrupación como: “Vida perra”, “Una pena en Godoy Cruz” y “Se extraña araña” (¡el hit de O’CONNOR!).
Ahora sí, lo que la gente quería: HERMETICA. Los primeros acordes de “Memoria de siglos”, del discazo “Acido Argentino”, editado allá por 1991, logró que gran parte del estadio entonara la canción. El pogo en el campo era mortal. La alegría se había adueñado de Liniers. Con “Víctimas del vaciamiento” la euforia bajó un poco, pero con “Del camionero”, el público cantó a capella varias partes de la canción y los bailecitos furiosos se extendieron aún más en el campo. Cerraron con una propia, ”Nada nos quieren dejar”.
En conclusión, O’CONNOR en una hora de show no convenció a la masa, como sí lo había hecho HORCAS, a excepción de los covers de HERMETICA. Por ahí, la fuerza y la arenga de WALTER MEZA, logró que HORCAS pegue en la gente más que O’CONNOR.
Heavy, ¿No me digas que no estuviste ahí?
Ante un estadio que no estaba colmado en su plenitud, pero donde sus 30.000 personas deliraron y festejaron cada una de sus canciones, IRON MAIDEN estaba por quinta vez en nuestro país y la masa estaba más que contenta.
Horario de inicio: 20:35 hs. Se apagan las luces, la intro de opera clásica comienza a sonar, el “Olé, ole, MAIDEN, MAIDEN” se escucha más fuerte que nunca, el movimiento de luces es incesante y sus integrantes comienzan a salir de a uno al escenario. Todos son recibidos con una fuerte ovación.
Con el primer corte de “Dance of death”, su última producción discográfica, “Wildest dreams”, se le dio comienzo a la función. Esta canción pegó mucho en los fans, ya que el estribillo fue muy coreado por todos. De movida el sonido no fue el mejor, punto que se modificaría durante el transcurso del show.
Las tres canciones que continuaron, mejor dicho, los super clásicos que siguieron, provocaron la primera de las tres mayores emociones de la noche. Con “Wratchild” el pogo era un poco más manso, ya para “Can I play with madness” la cosa iba en ascenso y para “The trooper”, hasta en la platea se sentía el movimiento del piso. Para este último tema, su vocalista BRUCE DICKINSON no salió con la bandera inglesa, por temor a que lo silbaran, como en su anterior presentación en el 2001. En este caso, sólo apareció EDDIE, su famoso muñeco, en un telón con la bandera inglesa.
BRUCE saluda a su público y presenta la siguiente composición. El estadio queda a oscuras y una introducción al estilo “The number of the beast” le da la bienvenida a “Dance of death”, donde DICKINSON realiza una teatralización. La vestimenta que utilizó era la de la tapa del disco. “Rainmarker”, el segundo single de su nuevo álbum, prosiguió con la lista, para luego engancharle “Brave new world”, donde las luces encendidas y la gente cantando, durante el coro, provoco un lindo momento.
“Dance of death” recibió criticas no tan favorables por parte de la prensa especializada, como sí había ocurrido con su antecesor “Brave new world”. Por ejemplo en la edición argentina de la revista “Rolling Stone” se dijo: “Desconcierta. Ofrece, casi por igual, espacio para la desazón y el entusiasmo, la indiferencia y el asombro”. En cambio, para su bajista, STEVE HARRIS, la grabación de este álbum le trae reminiscencias a su gloriosa placa “The number of the beast”. Y dice sobre ello: “Creo que en el estudio pudimos experimentar los mismos sentimientos y estados de ánimo. La energía y la velocidad que sentimos hizo que las cosas fueran verdaderamente fenomenales, bien heavy”.
Siempre vigentes
Llegó el momento de otra personificación de BRUCE. Otra nuevita “Paschendaele” hizo que a DICKINSON se lo viera vestido de soldado de la Segunda Guerra Mundial. “Lord of the flies” le precedió a “No more lies”, reciente canción con futuro de clásico. La gente se animó a cantar el estribillo, a pesar que muchos no la conocían. Imagínense dentro de un par de años.
El segundo segmento de emociones vino de la mano de otros infaltables en un show de MAIDEN. “Hallowed be thy name” picó en punta, para luego seguir con el himno “Fear of the dark”, donde los encendedores y el juego de luces se adueñaron de la fiesta. Antes de los bises sonó “Iron maiden”, con EDDY apareciendo detrás de la batería. La gente quedó super encendida y con ganas de más MAIDEN para seguir disfrutando.
Sólo cinco minutos tardaron en regresar a escena, para realizar las últimas composiciones. BRUCE presentó a cada uno de los integrantes: HARRIS, JANICKS GERS (guitarra), ADRIAN SMITH (guitarra), DAVE MURRAY (guitarra) y el más aplaudido NICKO MCBRAIN (batería). NICKO, con sus constantes guiños al público, se ganó el cariño de todos.
La balada acústica que cierra “Dance of death”, “Journeyman” abrió los bises. Una muy linda canción. A esta se le pegó la tercera parte más efusiva de la velada. “The number of the beast”, con EDDY caminando por el escenario y jugando con MURRAY y GERS. Un himno más que esperado. El tema típico para una estadio, “Runs to the hills” puso fin a su quinta visita. Esperemos que no sea la última.
IRON MAIDEN volvió a presentar un espectáculo que hoy en día, en nuestras tierras, no estamos acostumbrados a ver. Ofrecieron un concierto de nivel internacional y a la altura de lo que podíamos esperar de ellos. Los problemas de sonido, la cantidad de temas nuevos que tocaron y la corta duración, no opacaron en ningún mo,IRON MAIDEN se presentó por quinta vez en Argentina ante 30.000 personas en Velez Sarfield. La gira “Dance of Death World Tour 2003-2004” trajo nuevamente a la banda heavy más importante de la década del ’80 a nuestro país. Esta nueva presentación logró opiniones muy diversas entre sus seguidores. Algunos quedaron encantados y otros disgustados por la gran cantidad de temas nuevos y la corta duración»
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