
ENTREVISTAS
La calle es su lugar
El domingo 14 de abril, los músicos de Jamaicaderos fueron amenazados y violentados por funcionarios del gobierno porteño mientras daban un concierto al aire libre en el barrio de San Telmo. Alejandro Cabrera Britos, uno de sus miembros, habló acerca del ataque sufrido y de la política de persecución de la música callejera instalada por Mauricio Macri.
Ya es de público conocimiento que el gobierno de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires se caracteriza por su accionar restrictivo sobre el desarrollo cultural y su política de privatización del espacio público. Sin embargo, muy pocos medios dan a conocer los hechos de violencia y discriminación que sufren muchos artistas callejeros de forma cotidiana.
El último fin de semana le tocó a Jamaicaderos, banda nacida en 2007 que hace 4 años que decidió instalarse en las calles para dar a conocer su arte y “compartir y defender el derecho al arte y la cultura”, según expresa Alejandro Cabrera Britos, saxo tenor, soprano y barítono del combo. El domingo 14, en Defensa al 1100, la banda de música jamaiquina fue increpada por un grupo de cerca de 20 inspectores de espacio público del gobierno de la ciudad, que además de amenazar y discriminar a los artistas, trataron de impedir que tocaran y buscaron generar un enfrenamiento para filmarlo: “Como no reaccionamos, nos amenazaron con detenernos y secuestrar los instrumentos, y nos hicieron firmar una nueva contravención por ruidos molestos», relata Alejandro.
Lamentablemente esta situación es moneda corriente para estos músicos, y se viene sucediendo de forma aleatoria desde 2009, nos cuenta Britos: “La persecución se va acentuando en algunos momentos; nosotros hacemos las denuncias pertinentes en organismos de Derechos Humanos, nos acompañan legisladores, se hace mediático, y ellos se calman por un tiempo. Después vuelven con las contravenciones, a veces la policía metropolitana, a veces las patotas de espacio público, y hasta funcionarios del gobierno de la ciudad”.
De hecho, el 31 de agosto de 2012 fueron agredidos por un individuo, Raúl Bogado, que intentó acuchillarlos en la calle Florida. El hecho concluyó en la apertura de una causa por amenaza con arma blanca en el Juzgado de Instrucción N°1 a cargo del juez Hernán López. “Se está tratando de lograr su detención, pero aparentemente tiene muy buena banca. El agresor hoy sigue cómodamente vendiendo dólares en un kiosco de revistas”, explica Alejandro. Otras bandas que han sufrido acosos similares son Ciudad Baigón (en San Telmo), El Método y Pollerapantalón (en la calle Florida).
“No solo venimos teniendo una persecución lamentable y sufrimos la criminalización de la cultura, sino que además nos niegan la posibilidad de un diálogo para tratar la regulación del arte callejero de alguna manera”. Los músicos vienen exigiendo entrevistas hace más de 2 años, sin respuesta alguna. “Solamente te apuran a través de funcionarios, tratan de sacarte a la fuerza de algunos lugares a través de ciertos mecanismos perversos con arrogancia y soberbia”.
A partir de lo sucedido, el próximo domingo 21 se realizará una convocatoria a las 16 en el lugar de los hechos -Defensa 1100, San Telmo-, con el objetivo de frenar un mega operativo de secuestro de instrumentos programado por el gobierno porteño. “Les pido a las organizaciones y organismos un gesto en serio de acompañamiento para defender este derecho que nos quieren quitar a todos: la cultura y el arte en las calles para compartirla con todos”.
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