RESEÑAS
La bestia Fafara

Después de las visitas de Brian “Head” Welch y Limp Bizkit, los fanáticos del maltratado ñu metal tenían la posibilidad de disfrutar a otro personaje importante del género: Dez Fafara, cantante y fundador de Coal Chamber, aunque al frente de otra agrupación. Probablemente varios de los presentes estarían allí solo por su pasado.
Con espaldas para el próximo
Por lo general, el público es indiferente hacia las bandas soportes, por eso deben luchar ante esta adversidad. Algunas logran convencer a la masa como el caso de Victima (La Rioja) que gustó gracias a sus similitudes con A.N.I.M.A.L. También pasaron Punto Ar, de Neuquén, V.I.D.A., de Zarate y Coalission.
Mientras se escuchaba una pequeña intro de música country, se abría el telón del teatro a las 21.20 acompañado por un interesante juego de luces. De inmediato, los músicos asomaron al escenario y largaron con el concierto, con un previo saludo de Fafara. El dueto de clásicos inicial, “End of the line” y “Hold back the day”, pertenecientes al segundo disco “The fury of our maker’s hand” (2005), generó un éxtasis en el público que jamás declinaría.
Rápidamente el sonido comenzó a provocar controversias entre los asistentes. A algunos la emoción les borraba cualquier inconveniente técnico, y otros que notaban ciertas deficiencias, especialmente en el sonido de la viola de Jeff Kendrick. Sin embargo, todos se acoplaban en la misma sintonía cuando sonaban clásicos como “Clouds over California” y “I could care less”. Sus fans las vivían de una manera muy especial por ser la primera vez.
En la propuesta de DevilDriver la presencia de las dos guitarras es fundamental, por eso era extraño ver a la banda con solo una de ellas, ya que Mike Spreitzer debió bajarse a último momento de la gira sudamericana por un supuesto ataque de epilepsia. Durante el vivo se notó su ausencia porque cuando Kendrick pelaba sus solos súper veloces y técnicos, quedaba un vacío inocultable ya que el grupo tampoco lo reemplazó con secuencias o pistas.
Para tapar esa falencia, el grupo se entregó por completo con una actitud avasalladora, sobre todo en la postura de Fafara, que desde el minuto cero demostró una personalidad y un manejo del escenario fantástico. Para ser sinceros el cantante no cuenta con una voz privilegiada, pero lo suplanta con este carisma, que por momentos hace acordar a Phil Anselmo (Down, ex Pantera). “Not all who wander are lost” y “Nothing’s Wrong? son buenos ejemplos de ello.
Después del éxito con Coal Chamber, Dez necesitó cambiar de aire y formar una banda más extrema, por eso DevilDriver nació en 2001. Con el paso del tiempo, el grupo fue acrecentado este espesor, aunque perdiendo cierto nivel compositivo, que se acentuó en los últimos dos discos, “Pray for villains” (2009) y “Beast” (2011). Esto quedó reflejado el miércoles cuando las nuevas “Dead to rights” y “You make me sick” se mechaban con las viejas canciones.
Las rondas y las voces del público nunca se acallaron, y en los bises finales, “Meet the wretched” y “Before the hangman’s noose”, tuvieron su pico de máxima expresión. Como suele suceder, los músicos estaban emocionados ante tanto cariño, y les llamaba la atención la forma en que coreaban las melodías de los temas. Prometieron volver en poco tiempo más.
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