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Killswicht Engage y Memphis May Fire: doble tiro de fuego
El miércoles, ambas bandas incendiaron el teatro Vorterix demostrando su mejor metalcore y despliegue físico, resultando un sauna de rock rápido y pesado para la audiencia.
Para presentar su sexto álbum de estudio, los ya habitúes por estas pampas, Killswicht Engage, volvieron a detonarnos la cabeza con su metalcore. Esta vez, con la vuelta de su cantante original, Jesse Leach, y con teloneros de lujo que invitaron a girar junto a ellos: Memphis May Fire, que visitaban por primera vez el país. Estos últimos presentan sonidos más melódicos y agudos logrados por su frontman, Matty Mullins. Encajaron a la perfección en el combo, ofreciendo una linda fecha que los fans del género nunca olvidarán.
El único punto negativo era que cayó un miércoles, pleno día de semana y los problemas que siempre acarrea. Y otra cosa era que, en un primer momento, el concierto estaba programado para el Teatro de Flores pero por los inconvenientes en cuanto a seguridad de público conocimiento, se trasladó todo al Vorterix, un ambiente más pequeño. Por todo esto, desde temprano era complicado disfrutar de las bandas locales que abrieron la fecha: Desertor, Pacto de fuerza, Subliminal y Clay; mismos estilos con buenos músicos; así de bien estuvo organizado el line up.
Pasadas las 20.30, Memphis May Fire salió a escena a ganarse el público. Con sólo 10 temas les alcanzó para romper cualquier prejuicio sobre su sonido, acusados de caer en los lugares comunes del género. Si bien en sus cuatro discos de estudio se hacen reiterativos, su fuerte es el vivo, como quedó demostrado.
A pesar que su nuevo trabajo, “Unconditional” (2014), está recién salido del horno, decidieron hacer un popurrí de sus tres últimas placas en el poco tiempo que tenían. Por eso sonaron bombas como “Vice”, “The Sinner” y “Alive in the Lights” que hicieron mover a sus seguidores al uso de breakdowns y elementos electro. Las voces melódicas y guturales -por parte del guitarrista, Kellen McGrego– al igual que los dobles tiempos eran abundantes. La balada elegida fue “Miles Away” y el cierre con la potente “Legacy” hizo que su set pase volando, dejando con ganas de más. Cabe agregar que a pesar de estar todo el tiempo moviéndose, no sorprende que Mullins mantuviera su peinado intacto.
De revolear jopos pasamos a revolear barbas con el ingreso de Killswicht Engage, una banda ya consagrada que atraviesa su mejor momento con la vuelta del cantante original. “Fixation on the Darkness”, “This is Absolution” y “Beyond the Flames” iniciaron el set que los presentaba prendidos fuego, situación que se mantendría durante la próxima hora y 20. Los temas más calmos fueron “Always” y “My Curse”; lo demás fue puro machaque.
La pantalla de fondo mostraba los discos correspondientes a los temas que sonaron, aunque pocos le habrán prestado atención a ese detalle debido al despliegue físico, tanto arriba como abajo del escenario. Los clásicos “A Bid Farawell”, “Rose of Sharyn”y “Breathe Life” significaron los momentos más violentos por los moshs. En 21 temas abarcaron todos sus álbumes; hasta sonó la canción “Temple From the Within”, perteneciente a su cd debut, dedicada los fans veteranos.
Otra presencia importante fue la del guitarrista Adam Dutkiewicz, quien imponía un fuerte aura, tanto por sus riffs como por sus intervenciones cómicas. Por ejemplo, llegó a destacar lo sexies que eran las muchachas argentinas. Ante semejante impronta, Jesse Leach se las arreglaba para mantener su autoridad como frontman, ya sea en los ornaméntales saltos que daba o en su feedback con el público.
“The End of the Heartache” redondeó la noche de una performance ni muy larga ni muy corta. Se ve que al tener menos tiempo en escena, más potencia se agrega a las presentaciones de KSE. Con todos los exponentes presentados y la sudoración acumulada en las remeras negras, aquí tuvimos lo justo y necesario.
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