RESEÑAS
Karamelos sueltos

Así son los caramelos. No se comen, se disfrutan. La dulzura bailando en tu paladar durante cinco minutos, instantáneos, deliciosos y arrebatados. Miles de formas y sabores deslizándose en la boca como por un tobogán, jugueteando, endulzando el cuerpo y espantando amarguras.
Así son los KARAMELO. Canciones acarameladas. Ska – punk con aires cumbieros, rock folclorizado que viene del interior, de adentro, de tristezas y alegrías, de sentimientos de tierra, árbol y anochecer, de guitarras criollas y amigos, fiesta y percusión. El Zonda cuyano que empuja, inquieta y excita al hervidero de “la capital”.
Eran más de las 22 del jueves 8, y en El Teatro se empezó a oír “Fruta Amarga”, tema firmado por RUBEN BLADES que abre el último disco del grupo. El lugar se llenó de una euforia de cientos de dreadlocks por el aire, encantados con un estribillo ganador y el ritmo que invitaba al salto constante.
Adherido y sin pausas, siguieron con el viejito “El Baile Oficial”, acelerado ska con el resoplido de una gran sección de vientos al frente de la canción; y luego “Recuerdo tu futuro”, con una letra que mira hacia delante con esperanza y avanza por la ruta albi – negra que ya recorrieron THE SKATALITES y los simpáticos THE SPECIALS.
Al rato sonó “Vivo en una isla”, cumbia de ritmo cadencioso para el delirio de un público menos intransigente que rockero. Y como si faltara poco para que el clima de la fiesta se volviera más pop(ular) llegó “Vas a volver”, melancólica canción del primer disco en la que GOY se luce como un buen compositor, dejando bien claro porqué es él al primero que hay que mirar cuando se habla del éxito de KARAMELO. Tiernísimo, ese inolvidable solo de acordeón es el corazón del tema.
Además de ALFREDO TOTH como invitado en “Santa María”, también estuvieron en escena los CABEZONES. “La dupla Ka – Ca fue un gol en contra”, dirían en Olé. La canción, “Tu quieres matarme”, resultó ser un híbrido denso, insostenible y pesado, un hip hop nü metalero con ganas de ser contestatario, pero criollo, a los gritos y falto de ritmo. El grupo cuyano no demuestra acá nada de su karamelo y CABEZONES no aclara, oscurece. Un intento fallido (en números, el tema es 70% Cabezones y 30% KS, quizás sea por eso que la canción tiene tan poca onda).
A los ya clásicos “Guerrillero” (¿pose combat rock?), “Joven Argentino” y “Negro”, siguieron “El nieto de Maturana” (con GOY y su guitarra relajados y solitos para contarnos otra inspirada historia con acento mendocino), la hermosa “Nunca, “Haciendo bulla” y “Sacrificio”.
“La Kulebra del Amor” sirvió para avisar que poco quedaba ya del show. Decena de chicos y chicas sobre el escenario para bailar esta ranchera envenenada, entre el grupo y su furor, con los vientos empujando todo, el bajista saltando por enésima vez y PIRO desbocado, timbaleando el ritmo.
Y por si hacía falta calentar más el desenlace, para repetir “Fruta Amarga” en la despedida, suben MAIKEL y el MONO de KAPANGA, algunos ANDANDO DESCALZO y otros CIUDAVITECOS cantando su “Mañanero” y… ¿estaban todos? Sí, rockeros latinos del mundo unidos compadre!. Adentro: un fin de fiesta bien divertido, caliente y dulzón, digno de un grupo que en vivo es una experiencia irresistiblemente bailable y musical; afuera: ¿qué pasa por la calle?, frío, mucho frío.
En definitiva, años de esfuerzos, versatilidad de estilos, coherencia en la conducta, buenos músicos y unas cuantas buenas canciones, les dieron a KARAMELO SANTO contundencia, peso propio y una carrera que parece no tener otro fin que seguir haciendo bulla para mucha más gente.
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión