KARAMELO SANTO de despedida

Los invitados

TAL VEGETAL abrió la noche con su muy particular estilo.

NO CASHES, la banda de ska, reggae y punk, salió a escena pasada la una de la mañana y con su música alegre logró calentar la fría noche porteña. Hizo que el público bailara en cada uno de sus temas y quedara cada vez más ansioso por escuchar a los mendocinos.

Después llegó el ritmo del barrio con ABUELA COCA. Los uruguayos, que se consagraron en el último COSQUÍN ROCK, llevaron su propia gente que los alienta en todas partes y no quería que abandonen el legendario escenario. Con esa fusión de ritmos afro-latino-caribeños, reggae, candombe y salsa, comenzó la verdadera fiesta.

Los anfitriones

A las tres de la mañana apareció KARAMELO SANTO. Los rastafari arrancaron con “Agüita del Challao”, de su segundo disco “Perfectos idiotas”, que repitieron al final pero a nadie le importó mucho y la festejaron como la primera vez.

Y siguieron, durante dos horas, con otros 19 temas entre los que se escucharon “Negro”, “La picadura”, “Tomate un vino” y “Vas a volver”. Además presentaron dos nuevos “Mamina” y “Tango”.

Como invitados estuvieron integrantes de LA ZURDA y LA SANTA REVUELTA.

A las cinco de la mañana la gente seguía festejando y bailando sin parar pero el show estaba terminando con “Down” y “Skalibur”.

La gira

Esta será la segunda vez que KARAMELO SANTO viaja a Europa, ya que el año pasado tocaron en Francia, Austria, Dinamarca, Suiza y Alemania. Pero esta vez visitarán además Polonia, República Checa, España y Holanda.

El 26 de junio se presentarán en el “Roskilde Festival”, uno de los festivales europeos más importantes, en el que nunca antes participó una banda argentina. Compartirán escenario con grandes como: METALLICA, COLDPLAY, BJÖRK, BLUR, DAVE GAHAN (DEPECHE MODE), IRON MAIDEN, MASSIVE ATTACK y QUEEN OF THE STONE AGE, entre otros.

Pero antes de irse…

El 2 de junio van a hacer un show a beneficio de los inundados de Santa Fe junto a KAPANGA en el Centro de Exposiciones (Figueroa Alcorta y Pueyrredón).

Fue un show en el que no sólo se hicieron presentes los que siguen la profecía rasta, sino que hubo mucha variedad de estilos y cada uno hizo lo que quiso. Estuvieron los que poguearon adelante, los que bailaron al ritmo de los temas más alegres y por último los más tranquilos, que cantaron desde el fondo. Eso sí, como era de esperar, lo que predominó fue el típico olor “jamaiquino”.