Kamelot: El momento esperado

La banda estadounidense de metal progresivo debutó finalmente en nuestro país como cabeza de cartel, el pasado martes en el Teatro Flores. La lista de temas estuvo centrada en sus últimos discos, haciendo especial hincapié en «Silverthorn». Fue la primera vez de su nuevo cantante, Tommy Karevick, quién se ganó a los fans desde el acorde inicial.

El fanático local del metal progresivo tenía una cuenta pendiente con la gente de Kamelot. Si bien ya habían pisado suelo argentino en la apertura del show de Iron Maiden del 8 de marzo de 2011 en Vélez, esta presentación había tendido gusto a poco. Todos querían verlos en un show personal y en un lugar adecuado para sus características.

Para la previa actuaron dos bandas locales muy interesantes que despertaron interés en los presentes. Primero subieron los marplatenses de The Abaddyon Project, quienes mostraron una propuesta sólida más afín a Kamelot. Estos progresivos sinfónicos tocaron todas canciones propias como “Nevermore” y “To far horizons”. Luego fue el turno de los góticos de Aniron; a ellos les costó más llamar la atención, aunque esto no impidió que se les reconociera su buen trabajo.

Con la incorporación en la voz del sueco Tommy Karevik en lugar de Roy Khan y la salida de “Silverthorn” en octubre de 2012, Kamelot volvió a tomar protagonismo luego de dos discos que generaron cierto inconformismo en sus seguidores como “Ghost opera” (2007) y “Poetry for the Poisoned” (2010). Aquí regresaron a la composición más directa y power dejando a un lado lo intrincado y oscuro de los últimos dos trabajos.

Desde que tomaron el escenario instantes antes de las 21 de la mano “Torn” (uno de los grandes temas de “Silverthorn”), el público vibró como si fuese el debut de los de Florida, incentivados aún más por la gran interpretación de la banda. Si bien por momentos el sonido saturaba, por lo general se los escuchó poderosos y nítidos. La velada continuó con “Ghost opera” y “The great pandemonium” ante un auditorio cada vez más participativo.

De movida, el nuevo cantante Karevik comenzó a mostrar su carisma, energía y talento vocal. En este último ítem, su voz puede ofrecer diferentes matices, tal como se notó en la power y adictiva «Center of the universe», o en la balada sentimental «Song for jolee». Sus seguidores lo idolatraron rápidamente, a tal punto que fue el más venerado de todos los integrantes.

Para este tour, la banda eligió principalmente temas de sus tres discos más recientes, sobre todo de “Silverthorn”. En contraposición del público, los músicos ven con cariño sus dos trabajos anteriores, y por eso sonaron “Rule the world” y “The human stain”.

Como corista y segunda voz estuvo presente la enérgica y bella Alissa White-Gluz, cantante de los canadienses de The Agonist. Ella tuvo mayor presencia en canciones del último disco como “Veritas” y “Sacrimony (Angel of Afterlife)”, en donde pasó al frente e interactuó con Tommy.

Para el cierre llegaron tres de las composiciones más queridas por sus fans y que provocaron las últimas explosiones: “Forever”, “Karma” y “March of mephisto”.

Finalmente su público pudo escucharlos en todo su esplendor con una actuación a la altura de su talento e historia. La gente comprobó que hay Kamelot para rato, y que con la incorporación de  Karevick tienen nuevos caminos por explorar.

*Fotos por Fernando Fernández

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