RESEÑAS

Júbilo ska

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Ambas bandas californianas habían debutado en el país el sábado 1 de noviembre de 2008 en el Teatro Flores con shows sumamente recordados. Ahora volvían con la intención de actualizar ese momento. Goldfinger, sin material reciente, y Reel Big Fish, con apenas un disco de covers de 2009, prometían sets en la misma sintonía. Solo era cuestión de acercarse y divertirse.

No fallan

Desde las 18, los presentes se entretuvieron primero con las correctas actuaciones de Different Ideas y Sin Stress, dos buenas agrupaciones jóvenes a tener cuenta. En tercer lugar, llegaron los rosarinos de Asphix, quienes mostraron canciones de su último material, “Kolder”, de 2011, además de algunas viejas canciones.

Reel Big Fish estaba de vuelta. Sus fans, ansiosos, esperaban por aquellos clásicos deTurn the radio off” (1996), “Why do they rock so hard?” (1998) y Cheer up!” (2002). La gran mayoría sabía que sonarían, por eso se preparaban para disfrutar. Cuando arrancaron con “Everything sucks” y “Tendry” se estaba cumpliendo lo que habían imaginado.

Sin embargo, la falta de volumen no los dejaba emocionarse como pretendían. El sonido en sí era muy bueno, aunque este detalle repercutía en las versiones de “Somebody hates me”, “The kids don’t like it” y “Good thing”.

Al principio se veía algo cansados a los músicos, quizás por la seguidilla de shows (siete fechas en nueves días). Con el paso de las canciones y gracias a la entrega del público, comenzaron a olvidarse de ese agotamiento. Para la mitad ya todo era una fiesta.

Aaron Barrett (voz y guitarra) parecía recuperado de la apendicitis aguda de julio pasado, que había provocado la suspensión de la gira sudamericana. El trío “Beer”, “Sell out” y “Take on me”, de A-ha, fue una clara muestra de su buen estado de salud.

Plena excitación

Sin disco nuevo para presentar, Goldfinger le regalaría a sus seguidores un set muy similar al de 2008,  pero en la previa pocos sabían de esta situación. Por ejemplo, en las iniciales “Spokesman” y “Counting the days” el público respondió como si fuese la primera vez de los californianos. El sonido poderoso, alto y contundente ayudaba a que la locura sea aún mayor.

John Feldamann (cantante y guitarrista) con su carisma y energía, mantuvo a todo el público expectante y no dio lugar a que se distraigan. Cuando no sonaban clásicos como “San simeon” o “Here in your bedrom”, él se encargaba de enloquecer a todos, tal como sucedió en “Open your eyes”, cuando se trepó al balcón del teatro y se arrojó desde allí hacia al campo.

Los vientos de los Reel Big Fish para “Superman” le dieron un plus que la masa supo disfrutar. Imagínense el público ante semejante momento. Y eso no era nada comparado con lo que se estaba por venir. Con “99 red balloons” (cover de Nena), las voces se multiplicaron, dejando así una vibra que obligó la vuelta de la banda.

Para “Mable”, Feldmann pidió que sus fans subieran al escenario para cantar junto a ellos. Más de 100 personas se animaron y no dejaron un hueco libre, generando un momento único e irrepetible, en una versión más punk rocker que nunca. El público quedó cantando en apoyo al grupo, dando a entender lo felices que estaban. Una fiesta.

Tanto Reel Big Fish como Goldfinger son de ese tipo de bandas que se destacan más por sus conciertos que por sus discos. Tal es así que sus álbumes consagratorios hace tiempo han quedado atrás. Sin embargo, cuando se suben arriba de las tablas parecieran ser el grupo del momento. Esto la gente lo percibió, por eso lo disfrutó de tal manera.

Redacción ElAcople.com

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