RESEÑAS

Infernal

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La gente del black metal está de parabienes. A cinco meses (y dos días para ser más exactos) del show de MARDUK en nuestro país, volvieron a tener una satisfacción con esta primera visita de los noruegos.

Desde temprano la gente fue llegando al lugar, y con la primera pista bastante llena, las bandas soportes estuvieron calentando un rato el ambiente para lo que vendría.

La primera media hora estuvo a cargo de IN AETERNUS, un octeto caracterizado por la presencia de violines y voces femeninas. A lo largo de su set, se pudo disfrutar de su doom al estilo de la primera época de MY DYING BRIDE, y sobre el final, y a modo de despedida, hicieron ”Waiting”, cover de los alemanes CREMATORY.

El desenlace de los invitados estuvo a cargo de GRIMA MORSTUA –quienes ya habían estado teloneando a MARDUK- y su propuesta netamente blackmetalera sirvió perfectamente de entrada para el plato fuerte.

Vinieron, tocaron, partieron cabezas y se fueron

Exactamente sesenta minutos le alcanzaron a GORGOROTH para romperles los tímpanos a todos los presentes. El comienzo con “Procreating Satan”, de su último trabajo discográfico “Twilight with the idols (in conspirancy with Satan)” fue el encargado de prender la mecha para que la gente explote.

Continuando con composiciones de su última placa, un martillazo en las cabezas del público con “Forces of Satan Storms” que, junto a “Of Ice and Movement”, fueron los únicos tres temas pertenecientes al disco presentados en el show.

La gente festeja con alaridos y cuernitos en alto la llegada de ”Possesed (by Satan)”, único tema de Antichrist, recibiéndolo con un torbellino humano en forma de baile. A esta hora San Telmo era una caldera, y con ”The Rite of Infernal Invocation”, ya no había cura que exorcice Cemento.

La batería iba a velocidad de tropa de caballos, donde KVITRAFN no levantó la vista de su instrumento ni por un segundo, aniquilando parches sin remordimiento. Las paredes ardían y si de infierno hablamos ”Ødeleggelse og Undergang” y “Blood Stains the Circle”, del ”Under the sign off hell”, fueron otras demostraciones de brutalidad.

Los músicos no tuvieron comunicación con el público, ya que ni siquiera saludaron al comienzo y al fin del show, e incluso a GAAHL -el cantante- se lo notó un tanto molesto con la presencia de un fan que quiso saludarlo colándose en el escenario, respondiéndole con un golpe.

Volviendo al espectáculo, el mismo fue una bestial demolición auditiva de la cual van a pasar varios días hasta la recuperación de dicho sentido. Un tema tras otro sin interrupción, hasta completar la lista en la cual no hubo bises, formaron la escasa (a nivel tiempo) pero gutural presentación, la cual no desilusionó a la gente pero sí dejó con ganas de más a todos.

Sobre el final ”Unchain My Heart” y “Revelation of Doom” hacían delirar a la monada, mientras que los dos bombazos finales, ”Destroyer” e “Incipit Satan”, fueron coreados por todos aquellos a quienes les sobraba aún algo de aire en los pulmones.

Algo infaltable fue el Corpse paint (maquillaje) y las muñequeras con clavos larguísimos entre varios del público, y obviamente no faltaron el headbanging y un pogo similar a un centrifugador durante una hora.

Un show no apto para enfermos cardíacos ni aficionados al Yoga.

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