RESEÑAS
Hasta la próxima

El show estaba anunciado para las diez de la noche. Una gran cantidad de personas se hacían presentes en el lugar para ver a LEVINTON y compañía. Pseudostones, extranjeros, chicas del prototipo Made in Palermo Viejo y clones del líder de la banda merodeaban por el lugar a la espera del último turfshow.
Diez minutos pasaban de las once de la noche cuando EL RESTO se apoderó del escenario. La banda mostró lo mejor de sí a lo largo de la presentación. El rock y el funk se fusionaron en un show donde el sonido les jugó una mala pasada. Los instrumentos estaban más altos que la voz del cantante y, a su vez, ésta sonaba saturada.
La agrupación estaba estrenando integrantes, ya que su bajista y guitarrista se habían incorporado hacía sólo una semana. El público los respetó y fue lo suficientemente comprensivo, ya que las circunstancias llevaron a que el show pierda brillo. Los chicos no solo tocaron temas propios: Una versión a lo DIVIDIDOS de “Despiértate nena” de SPINETTA fue la elegida para recordar a MARIA GABRIELA EPUMER.
A la espera del turfshow
LA MADRIZ llegó al escenario de Cemento cuando faltaban cinco minutos para la medianoche. “Instante caliente” fue el tema que inició la presentación. En la mitad de éste, la hinchada de la banda hizo su entrada triunfal con banderas y bengalas en alto.
Casi cuarentas minutos de puro rock and roll. “¿La están pasando bien?…La van a pasar mejor”. La promesa de GONZALO, el líder del grupo, fue cumplida ya que esta fue la banda que más se destacó de las bandas soportes.
LA TRAMPA y GATOS LOCOS fueron los dos grupos que siguieron. Las ofertas de cervezas y las ansias por ver a TURF hicieron que la gente se disperse y no dedique toda su atención en las bandas, como lo habían hecho anteriormente. Ambos shows rockandrolleros fueron prolijos y sin mayores sorpresas.
El Turfshow
Dos y veinte de la mañana. La gente se acerca al escenario porque una especie de música de cámara suena de fondo. La “versión clásica de los temas de TURF”, el humo y las luces violetas invaden el escenario. Sale la banda. Aplausos, algún grito histérico y los primeros saltos de la noche. “La emoción” fue el tema elegido para dar por iniciada la velada. El público, desde ya, emocionado.
A continuación, los chicos de TURF, enfundados en fraks blancos, tocaron temas de su tercera producción “Turfshow” –“Chicas malas” y “Vago”-, algunos inéditos –conocidos por el público, pero excluidos de sus discos- como “Nos vacían la casa” y “No necesito amarte”, y “La recta final” de su disco debut “Una Pila de Vida”.
Tras seis temas se hicieron presentes las primeras palabras para el público. “Muchísimas gracias, bienvenidos al Turfshow. Este tema es para ustedes”. Las palabras de LEVINTON fueron la introducción para “Yo no me quiero casar. Y usted ?” La gente la recibió de manera muy cálida, así como también a su sucesora: “Cuatro personalidades”. Lo curioso fue que en ese momento el público enloqueció, pero no por la exaltación de la banda, sino por los temas que estaban escuchando. La banda se limitó a tocar y fue bastante fría para con su gente.
La fiesta
Transcurridos cincuenta minutos del show, el grupo decidió ausentarse del escenario por cinco minutos. A su vuelta, el grupo había cambiado el vestuario y estaban vestidos de negro pero no de manera uniforme como en la primera parte del recital.
La excitación de la banda sobre el escenario, el permanente juego de luces y un cartel intermitente que rezaba el nombre de la agrupación crearon el clima indicado para que Cemento sea testigo de una fiesta.
A lo largo de esta segunda parte, TURF presentó temas nuevos –“Magia blanca”, “Deja vú” y “Vil metal”-, hizo un tema de y para ANDRES CALAMARO –“Días distintos”– y tocaron su clásico “Casanova” y el hit “Loco un poco”, tema que la gente festejó como si no se hubiesen cansado de escuchar.
El tercer cambio de vestuario se hizo presente cuando faltaban quince minutos para que se cumplan las dos horas de show. Remeras negras estampadas con el esqueleto de los carteles que se vieron en todo Buenos Aires, el cartel intermitente, luces, humo y “Viene llegando”. Tras ésta, “La chispa de mi mente” y los agradecimientos al público. El turfshow había llegado a su fin.
La estética fue una de las cartas fuertes del grupo. Las luces jugaron un rol fundamental, junto con el vestuario y el buen sonido que los acompañó a lo largo de toda la presentación. El pasado sábado fue un “Día especial” para la “Juventurf”. Ellos se despidieron por un tiempito de la banda y ésta hizo una correcta tarea para dejarlos contentos.
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