Hardcore digital

Crystal Castles volvió a Buenos Aires para tocar en el teatro Vorterix, el pasado jueves. Crónica y fotos de un concierto realmente intenso que podría ser la envidia de muchos rockeros.

Es mucho el prejuicio con la electrónica para el que lo ve de afuera. Se tilda de ser un ambiente frío donde es más importante figurar que la música en sí. Cierto, pero también pasa en el rock. Por suerte hay bandas como Crystal Castles que escapan a eso; Ethan Kath y Alice Glass son dos punk rockers que decidieron cambiar las guitarras por los teclados y las computadoras.

A las 22, tarde y temprano al mismo tiempo, salen los dos músicos (más el baterista Christopher Chartrand) desde la oscuridad, encapuchados. Desde el incio uno puede ver que esto está lejos del clima de la Creamfields. Alice sale a comerse el mundo desde el inicio con “Plague” y el pogo y el moshpit es inmediato. El teatro Vorterix, a punto de reventar su capacidad, ve a decenas de personas volando por los aires casi luchando por su vida. Y con la cantante haciendo lo mismo ya que no aguanta demasiado sin zambullirse entre la gente.

Alice Glass es toda una figura. Fue nombrada la persona más cool de la industria musical según NME y nada quiere tener que ver con eso. Lo que vemos es una mujer, casi al límite, que bebe Jack Daniels de la botella y lo escupe a su público. Que se tira al mosh mientras los asistentes tratan de rescatarla, pero ella no quiere saber nada con eso.
Ethan Kath es el cerebro. Sin tanto despliegue escénico, escondido con su capucha, es el arquitecto del combo. La diferencia que hace con otro es que él toca su instrumento. Todo esto mientras un juego de luces realmente demente acompaña la música de iguales características.

La comunicación con el público es solo física. No hay un “hola” ni un “gracias” de parte de los muchachos. Es que tampoco es lo que pretenden. Lo suyo es una avalancha energética lo más rápida y directa posible. Un recorrido intenso por los tres discos que incluyen canciones como “Baptism”, “Suffucation”, “Alice Practice” y “Black Panther”. También covers como “Crytocracy” y “$$tropers”, de Huoratron.

Una hora y cuarto de algo que fue intensidad, potencia y descontrol. Más actitud que muchos rockeros que hacen bandera de eso, solo que los Crytal Castles son hechos, no dichos.

*Fotos por Guillermo Coluccio

[slideshow id=145]