RESEÑAS

Grandes representantes

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Ganas de progresar

Shirlit fue la primera banda en aparecer en escena cuando el reloj marcaba 17:50. Su punk rock melódico sonó interesante en canciones como “Y después soy yo” o “El sol”. “Nunca tuve tanta gente que viera el desastre que hacemos”, comentó su cantante/guitarrista. Con su disco debut,“El progreso y sus apariencias”, esperan llegar a más público.

Con una lírica netamente en inglés, los Goes 8 demostraron estar bien ensayados ya que se los escuchó precisos y potentes, a pesar de algunas deficiencias con la voz. Tuvieron una actitud positiva durante todo el set. En poco tiempo más verá la luz su primer álbum.

Desde la ciudad de La Plata, los chicos de Por Demás se diferenciaron de los grupos anteriores por contar con melodías a medio tiempo y con una voz en primer plano. “Contra el mundo” y “Traición”, dos canciones que reflejaron su sonido. Su cantante y bajista, Rodrigo Salvatore, supo vender a su agrupación de la mejor manera. Se despidieron con un respetable cover de MXPX, “I’m Ok, You’re Ok”.

Hoy Dormís Afuera mostró una propuesta más personal; sin embargo, tuvieron que esperar a interpretar las versiones de Lagwagon (“Violins”) y The Misfits (“Skulls”) para cosechar aplausos. Todavía les falta madurar su sonido, pero indudablemente van por la vía correcta. Se destacaron por sus estribillos armoniosos y a tres voces. Con “Falta más” y “Sueños rotos” se puede justificar esta afirmación.

Después de haber pasado cuatro conjuntos desconocidos para la gran mayoría (todos habían cumplido satisfactoriamente), llegó Nine Lives, el único grupo local de renombre. Se los escuchó impecables durante los 40 minutos de set, además de estar más firmes en los directos y con un público que los acompaña en mayor cantidad.

El líder, Matt

No Use For a Name estaba por salir a escena. “Hola…, Buenas noches, Argentina”, fue el saludo de Tony Sly (voz y guitarra) ante un público que irradiaba energía. “Justified black eye” y “I want to be wrong”, las dos primeras.

Desde los acordes iníciales tiraron sobre la mesa los 22 años de trayectoria, a través de un audio compacto y directo. Sus fanáticos disfrutaban de cada melodía con vehemencia y un amor difícil de describir. Dos ejemplos exactos: “Coming too close” y “Chasing rainbows”.

En esta oportunidad, Matt Riddle (bajo y coros) era quién llevaba adelante las charlas y las arengas con la gente. Iron Maiden, con “The Trooper”, y Descendents, con “Hope”, las dos bandas homenajeadas por los californianos.

A jugársela

No es común que en tiempo de crisis toquen un mismo día tres bandas internacionales, y más si en una de estas fechas actúan los legendarios Kiss. Más allá de que el hard rock de Paul Stanley y Gene Simmons poco tenga que ver con la propuesta de No Use For a Name, posiblemente haya influido con la disminución de espectadores. No sentir la emoción de la primera vez también habrá repercutido. Pese a ello, el público se enloqueció con himnos como “Soulmate”, “Invicible” o“Let me down”.

El set se basó principalmente en las versiones originales tal cual las grabaron, aunque el inicio reggae de “The answer still no”agradó a más de uno. “Dumb reminders”, “Growing down” y “Six degrees from misty” continuaron con la lista.

Era una fija que después de un clásico de la talla de “On the outside”, el público quedara súper excitado. Mientras las voces de la masa se hacían escuchar, el asistente chequeaba cada uno de los instrumentos. A la vuelta, “Feels like home” y “International you day” hacían delirar a todos nuevamente. El show estaba llegando su fin, pero antes, Tony dejó su guitarra a un lado y se despachó, micrófono en mano, con las últimas dos.

Después de los shows de No Use For a Name, Goldfing

Redacción ElAcople.com

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